El Barça de basket cierra su semana con una buena noticia. Los últimos días han sido un dolor de cabeza para Roger Grimau, sobre todo por las tres derrotas consecutivas que encadenaron entre la Liga ACB y la Euroliga. Por esa razón, el triunfo (75-93) contra el Joventut supone una bombona de oxígeno para la plantilla y que se debe especialmente por el espectacular rendimiento de dos fichajes del actual curso: Darío Brizuela y Ricky Rubio.
Ambos fueron fundamentales para evitar que el Joventut no consiguiera acercar a la ventaja construida por los culés. Brizuela, a pesar de no salir en el quinteto inicial, sumó 18 puntos --el máximo anotador en el Barça de basket-- en los momentos más decisivos; mientras que Ricky Rubio aportó esa cuota de calma en el juego colectivo, además de cerrar el compromiso con un total de nueve puntos, cinco rebotes y cuatro asistencias.
El Barça sale con vida
La primera mitad del encuentro estuvo lejos de ser brillante para el equipo de Grimau. Los mejores tramos fueron con Ricky Rubio en la pista, debido a su capacidad para ordenar y hacer jugar al resto de sus compañeros. Sin el base de El Masnou, el Barça de basket no mostraba mucha capacidad para armar jugadas limpias. Esa irregularidad permitió al Joventut arribar al descanso con la esperanza de remontar (40-45) el compromiso.
El tercer cuarto fue decisivo para la victoria del conjunto azulgrana. En este sentido, la figura decisiva de esa reacción tuvo la autoría de Darío Brizuela, cuyo rendimiento volvió a ser excepcional. En ese tramo de mayor dominio del Barça también aparecio la influencia de Satoransky, que consiguió enchufarse a tiempo para sumar 15 puntos y ayudar en el derbi catalán.
La victoria del Barça de basket supone un alivio considerable en una semana en la que han llovido críticas para Grimau. Por ahora, los culés se mantienen en la tercera plaza de la Liga ACB con 17 victorias y nueve derrotas. Los primeros lugares corresponden al Real Madrid y el Unicaja con 23 y 21 triunfos, respectivamente.