El Barça de basket no levanta cabeza. Su semana en la Euroliga no ha podido ser más decepcionante. Tras la dura derrota contra el Fenerbahce de Jasikevicius, el equipo de Roger Grimau ha vuelto a mostrar su lado más débil (89-81) en la visita al feudo de Panathinaikos, donde se dejaron remontar la ventaja construida en el primer tiempo.
Es otra derrota que hunde la moral de la plantilla dirigida por Roger Grimau en el tramo decisivo del curso. El Barça no ha sido capaz de mantener esa necesaria regularidad para ser considerado un serio candidato a los títulos. Además, la caída en territorio griego implica que el conjunto azulgrana cae hasta la cuarta plaza de la Euroliga, lo que implica que está en riesgo el factor pista de cara a la siguiente ronda de la competición.
El Barça arranca con fuerza
Los dos primeros cuartos representaron lo que tanto se espera del Barça de basket. Un equipo competitivo en lo defensivo, sobre todo en el dominio en los rebotes; y preciso en lo ofensivo a partir la aportación de Willy y Vesely.
Entre los dos jugadores permitieron al equipo culé contar con una ventaja considerable (34-46) hasta el descanso. El margen de mejora estaba presente por la poca efectividad en los triples y ciertas lagunas que provocaron varias pérdidas, pero los de Grimau tenían todo a su favor para salir de Atenas con una victoria importante; sin embargo, esto no fue una realidad.
Otro ridículo
A pesar de las buenas sensaciones en la primera mitad, el Barça de basket volvió a evidenciar los mismos problemas de intensidad. El Panathinaikos se hizo grande a partir de las facilidades de los azulgranas y el crecimiento en puntos de Lessort y Grigonis. De esa forma, el conjunto catalán perdió la ventaja (60-61) que había construido en los anteriores cuartos.
Esa misma dinámica se mantuvo en el tramo final del compromiso. Kendrick Nunn hirió con contundencia al Barça hasta conseguir la remontada en el marcador. La moral de los de Grimau cayó de forma progresiva y con ello la esperanza de reconectarse en el compromiso. Los culés no fueron capaces de responder ante el subidón del cuadro local, lo que supuso la sentencia definitiva.