La temporada de baloncesto europeo no da ni un respiro para los equipos de la élite. El Barça de basket aparca momentáneamente la Liga Endesa y la Euroliga para centrarse en la Copa del Rey. Cinco días después de doblegar al BAXI Manresa en el Nou Congost, el derbi catalán se traslada a Málaga en los cuartos de final. El equipo de Roger Grimau rebosa argumentos para presentar su candidatura al título y mejorar el subcampeonato de 2023.
En un torneo tan corto, las rachas adquieren vital importancia. Y el cuadro azulgrana tiene a tres cracks idóneos que en el último mes han entrado en erupción: Tomas Satoransky, Jabari Parker y Darío Brizuela. No hay mejor excusa que la competición copera para rubricar un estado de forma excelente.
El verdadero Satoransky
Precisamente, el base checo asumió el peso ofensivo del equipo barcelonista en el anterior enfrentamiento contra el Manresa. En ocasiones, el jugador con pasado NBA no ha brillado tanto en el acierto de cara al aro y se ha arremangado en las facetas de asistente y reboteador. Sin embargo, con la entrada del nuevo año, ha recuperado un liderazgo anotador indispensable. En competición doméstica no baja de los dobles dígitos desde el duelo contra el Obradoiro del 7 de enero (seis puntos).
De ahí en adelante, 10 puntos contra Tenerife, y Valencia, 11 ante Palencia, y 15 frente a Granada y, más recientemente, Manresa. Además, ha elevado su porcentaje en tiros de campo en Liga Endesa al 47,6%. Desde que empezara su racha no ha lanzado por debajo del 66% de acierto.
El resurgir de Parker
Jabari Parker se ha erigido en uno de los puntales blaugranas este curso. Nada que no hubiese previsto ya Juan Carlos Navarro cuando apostó por rescatar al otrora número 2 del draft de la NBA. Tras unos primeros meses de adaptación, el ala-pívot estadounidense ya ha acostumbrado a los culés a sus highlights más propios de una entrega de Space Jam. Como Satoransky, el jugador de 28 años se ha abonado a los dobles dígitos en 2024: 10 contra Granada, 12 ante Tenerife y Valencia, 16 frente a Manresa y 18 contra Palencia.
En un segundo plano, Darío Brizuela ha explotado como revulsivo. La Mamba vasca guarda un grato recuerdo de la última final de Copa del Rey, en la que se consagró como MVP indiscutible ante el propio Barça con 27 puntos. También firmó dobles dígitos en Manresa, autor de 12 puntos. Recientemente, lideró un triunfo azulgrana de prestigio en Belgrado. El escolta de San Sebastián congeló el infierno serbio con 20 puntos frente al Estrella Roja.
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