El Juvenil A del Barça se despide con mucha amargura de Europa. A pesar de contar con una plantilla plagada de nombres de enorme proyección, el equipo azulgrana no fue capaz de superar la ronda de los playoffs contra el Mainz. Los dirigidos por Òscar López estuvieron cerca de dar el paso importante para clasificar a los octavos de final de la UEFA Youth League, pero cayeron en la tanda de penaltis.
Los culés lograron demostrar parte de su talento en la casa del visitante, en especial con un Noah Darvich que ayudó a los suyos a empatar el marcador tras el gol inicial del capitán del Mainz, Daniel Gleiber. El jugador alemán estuvo realmente inspirado a lo largo del encuentro, llegando a generar diferentes jugadas que habrían permitido al Barça ganar terreno en el marcador.
Dani Rodríguez, después de un espectacular contragolpe, consiguió marcar el gol de la ventaja azulgrana. La ilusión se hizo sentir en el equipo catalán, pero la mala fortuna estuvo presente en el tramo decisivo del encuentro. La defensa no fue capaz de despejar el balón en una jugada accidentada a balón parado, lo que permitió a Philipp Schulz marcar el tanto del empate y forzar el partido a la tanda de penaltis.
La amargura de los penales
La tanda de penales comenzó con precisión por parte de ambos equipos. En el Mainz consiguieron aprovechar sus ocasiones Schulz, Dal, Dardari y Amann, mientras que en el Barça hicieron lo mismo Navarro, Fariñas y Dani Rodríguez. El primero en fallar fue Marc Bernal, uno de los centrocampistas más prometedores de la Masía, que no pudo superar la resistencia del portero. Diego Kochen, guardián del Juvenil A, logró detener el disparo de Gleiber, dejando la situación totalmente igualada.
Tras los aciertos de Hernández, Kalemba, Gistau y Touré, el error que dio por sentenciada la eliminatoria fue de Pau Prim, otro de los mediocentros mejor valorados de la cantera azulgrana. Un final amargo para un grupo de futbolistas que tiene el potencial de hacer grandes cosas en las categorías formativas del FC Barcelona.