Si la Premier League se ha convertido en los últimos años en la gran pesadilla de los clubes españoles --no tanto sobre el césped, sino en el mercado--, en el fútbol femenino está empezando a repetirse el patrón. La Women’s Super League, como se llama la liga inglesa femenina, se ha dado cuenta del potencial de este nuevo nicho en auge, y sus equipos más potentes están incrementando sus ofertas económicas para hacerse con las mejoras jugadoras del mundo.
Crecimiento del fútbol femenino inglés
Para reforzarse ellos mismos, y también a la competición. Algo similar a lo que está ocurriendo este verano con Arabia Saudí y el mercado masculino, aunque salvando las distancias en cuanto a montantes económicos se refiere. En lo que respecta al auge del fútbol árabe, es similar a lo que ocurre entre la Premier League y la Liga masculina. El talento español está emigrando a otros equipos más poderosos económicamente. El caso es que la apuesta de los clubes ingleses por el fútbol femenino, y en particular la de clubes como Chelsea, Arsenal, United o City, puede afectar al Barça una vez finalice el Mundial de Australia y Nueva Zelanda.
La Copa del Mundo, con la esperada final entre España e Inglaterra de este próximo domingo, está sirviendo para que jugadoras culés --con menos nombre que Alexia Putellas o Aitana Bonmatí-- se den a conocer. Y por tanto, aumenten su caché mediático y deportivo. Ha contribuido a ello el conflicto existente en España entre las famosas 15 disidentes y la RFEF, dado que Jorge Vilda ha convocado en vez de algunas cracks consagradas a jóvenes promesas que progresan a gran velocidad. Salma Paralluelo, María Pérez o Laia Codina son algunos ejemplos.
Laia Codina, más cerca del Arsenal
Eso ha llamado la atención de equipos como Arsenal y Manchester United, que pueden pescar en el Barça Femenino antes de que se cierre el mercado de fichajes. Una de las que abandonará el barco azulgrana casi con total seguridad es Laia Codina. El Arsenal está apretando por reforzar el eje de la defensa con la central azulgrana, y lo cierto es que la joven jugadora de 23 años tiene la intención de hacer las maletas.
Es consciente de que en el FC Barcelona no tiene demasiadas opciones de aspirar a la titularidad, por la presencia de Irene Paredes y Mapi León como la mejor pareja defensiva del mundo. De todas las propuestas que tiene encima de la mesa, la de los gunners es la más atractiva a ojos de Laia Codina, al menos en los aspectos económico y deportivo. No es la única que puede marcharse en cuestión de días.
En Old Trafford quieren a Geyse Ferreira
El Manchester United es otro de los equipos que está tentando a jugadoras del Barça. Los diablos rojos se han fijado en la brasileña Geyse Ferreira --fichada hace apenas un año-- para reforzar la delantera. Le prometen protagonismo --en el Barça se ha turnado la titularidad con Oshoala-- y una buena compensación económica, más de lo que cobra a día de hoy en el FC Barcelona.
Aunque el Barça ya rechazó meses atrás un par de ofertas del Manchester United por Geyse, la última propuesta es considerablemente superior y la dirección deportiva de Markel Zubizarreta ya la ve con buenos ojos, sin que haya todavía nada cerrado.
De Old Trafford, recordemos, recuperó este verano el Barça a Ona Batlle, joven promesa catalana que había hecho las maletas a Inglaterra para tener más oportunidades, y que no sólo ha regresado más curtida y experimentada, sino que está siendo titular habitual en el Mundial femenino con España. Leila Ouahabi, por otro lado, es otra de las jugadoras que dejó el Barça Femenino en los últimos años para irse al fútbol inglés, en concreto a un Manchester City que sigue en crecimiento.
Única sección femenina con beneficios
Si bien es cierto que el Barça es el único equipo femenino en Europa que consigue números positivos, y que por tanto es autosuficiente, eso no quiere decir que sea el que más gasta. Los clubes ingleses se están poniendo las pilas, y están dispuestos a desprenderse de más dinero que los 6,7 millones que el FC Barcelona pagó en los salarios de las futbolistas el pasado curso. La estabilidad del fútbol femenino, no sólo en España sino en toda Europa, empieza a temblar.