Cada vez hay menos dudas de que al Barça le espera un verano agitado en la sección de baloncesto. Después de ganar con solvencia el título nacional de Liga ante el Real Madrid, el combinado azulgrana atraviesa ahora un momento de gran incertidumbre, y que no invita al optimismo de cara a la próxima campaña. Las bajas de Sarunas Jasikevicius y Nikola Mirotic representaron el punto de inflexión de lo que será una transformación radical de la plantilla que ahora debe dirigir Grimau.
¿Cuánto tiempo seguirá?
Ese mar de inquietudes afecta también al futuro de otros jugadores que, en teoría, tenían asegurada su permanencia en la plantilla la próxima temporada. James Nnaji es uno de ellos. El joven pívot nigeriano se está dando a conocer al mundo en la Summer League de Las Vegas, mostrando sus cualidades en las cercanías del aro a base de mates, tapones y rebotes con los Charlotte Hornets.
La franquicia de Michael Jordan le drafteó en el puesto 31, y se espera que cumpla una campaña más en las filas del FC Barcelona antes de dar el salto a la NBA. El canterano azulgrana, en una entrevista concedida a Mundo Deportivo, ha asegurado tener plena confianza en el nuevo proyecto que iniciará Roger Grimau en el banquillo, si bien es cierto que no ha asegurado al 100% que vaya a quedarse.
A la espera de una llamada
"Según la información que tengo, voy a seguir un año más. Pero tampoco quiero decir ni que sí ni que no, hay que ver cómo va todo, las circunstancias, depende de lo que pase en la Summer League...", ha remarcado, dejando entrever sus intenciones y la ilusión que le hace desembarcar más pronto que tarde en la NBA.
"Depende de ellos, los Charlotte Hornets. Quieren mirar más opciones, no me han dicho que sea la primera, pero cualquier cosa puede pasar como he dicho. También hay otros temas como el espacio salarial del equipo y tienen el roster lleno. Quieren esperar a tener una mejor situación, es por eso que me hablan de un año".
En los últimos días, Nnaji está sorprendiendo en Estados Unidos por la intimidación defensiva que impone a cualquiera de sus oponentes, incluso a un Wembanyama al que sujetó con solvencia en un duelo mantenido en los últimos días. Sin duda, el pívot es carne de cañón para la NBA. Y no tardará en dar el salto.