Otro ridículo del Real Madrid en casa. Después de la humillación del FC Barcelona en el Santiago Bernabéu (0-4), llega la del AC Milan (1-3). El conjunto rossoneri campó a sus anchas por el estadio merengue. Vinicius Júnior, segundo en la clasificación del Balón de Oro, cuajó un buen partido, pero fue protagonista por jugadas polémicas y no por su habilidad con la pelota.
Marcó el gol del empate, único tanto blanco, desde el punto de penalti. E intento forzar otra pena máxima haciendo el ridículo. Maignan, portero del Milan, tenía el balón en su posesión. Vinicius acechaba al guardameta por detrás. En el gesto de sacar, levemente, el cancerbero francés pisa a la estrella del Madrid, que dio un brinco y empezó a rodar por el suelo. Puro teatro.
Antes, Vinicius volvió a intentar un regate de auténtico crack: la lambretta. Sin embargo, como la última vez, el extremo brasileño se quedó a medio camino. El balón salió disparado hacia atrás. Un regalo para la defensa del Milan y, en concreto, para Emerson, exculé, que se encargó de defenderlo.
Impunidad arbitral
Conforme pasaban los minutos, la frustración, el peor enemigo de Vini, se fue apoderando de todo el conjunto de Carlo Ancelotti. La grada del Bernabéu, incluso, llegó a pitar a su equipo. En un momento de tensión, el delantero del Madrid se dirigió al árbitro con total impunidad.
"Estás loco", le digo Vinicius al colegiado Slavko Vincic, que arbitró la última final de Champions entre Dortmund y Madrid, mientras se señalaba la cabeza con el dedo índice. Vinicius acabó el partido, pero pudo salir expulsado. Recibió tarjeta amarilla en el minuto 71 de partido. Por dirigirse así a Vincic, el 7 del Madrid debía haber sido expulsado.
Tras cuatro jornadas de la fase liga, el club que preside Florentino Pérez lleva las mismas victorias que derrotas. Y el siguiente partido es en Anfield, contra un Liverpool que, junto al Barça, es el equipo más en forma de Europa.