El Real Madrid logra salir con vida del territorio alemán. El primer asalto de la eliminatoria contra el Bayern Múnich no tuvo un dominador claro, aunque los destellos individuales de los futbolistas merengues permitieron llevarse un empate (2-2) de cara a la vuelta en el Santiago Bernabéu. En este sentido, el resultado obtenido por el equipo de Ancelotti se debe especialmente a la conexión entre Toni Kroos y Vinicius, quienes aprovecharon sus mejores ocasiones para mantener a los suyos en la pelea por el pase a la final.
La batalla en el Allianz tuvo intercambios de dominio. El Bayern comenzó el partido con una enorme personalidad. Mucho ritmo en la búsqueda de los goles que permitieran darle la ventaja. Pero la efectividad no estuvo de su lado. Por su parte, el Real Madrid respiraba a través del trato de balón de Toni Kroos, que se hizo cargo del equipo en ataque y también fue el encargado de realizar una maravillosa asistencia para el tanto inicial de Vinicius.
Ese gol parecía haber enfriado a los de Tuchel. Pero lo cierto es que en la segunda parte tuvieron una gran reacción. Primero con la anotación del empate de Harry Kane a través de un penalti y después con la brillante jugada individual de Leroy Sané, que destrozó a Mendy en la banda izquierda de la defensa y después disparó con la suficiente fuerza para evitar la atajada de Lunin.
Vinicius reaparece en escena
Con la ventaja a su favor, el Bayern perdió metros en ataque. Poco a poco el conjunto merengue fue llevando el juego hasta el arco de Neuer, aunque faltaba más claridad en el último pase. Vinicius se inventó una acción con un pase a Rodrygo que terminó con un penalti por falta de Min-jae Kim. El propio Vini se encargó de empatar nuevamente las acciones con un disparo que agitó las redes.
Vinicius celebra uno de sus dos goles contra el Bayern
Lo intentó el Bayern con algunas jugadas más en ataque, pero dieron por bueno el empate al no arriesgar más. La igualdad que se vio, no solo en el marcador, hace considerar que la eliminatoria sigue más viva que nunca, independientemente de que la vuelta se va a jugar en el Santiago Bernabéu el próximo 8 de mayo.