Noche de locura y magia de Champions League. La eliminatoria entre el Real Madrid y el Manchester City apuntaba a ser igual de emocionante que la del año pasado, pero la ida disputada en el Santiago Bernabéu terminó siendo mucho mejor de lo esperado. El equipo de Carlo Ancelotti apenas pudo salir con vida (3-3) ante los dirigidos por Pep Guardiola, después de un encuentro cargado de golazos y oportunidades de lado y lado.
No fue una exhibición de los citizens, debido al poco control a los contragolpes del cuadro merengue. Pero la calidad individual de Bernardo Silva y Phil Foden fue fundamental para causar estragos a la defensa del Real Madrid y así sacar un resultado positivo de cara a la vuelta que se va a jugar la próxima semana (17 de abril) en territorio inglés.
Locura en el Bernabéu
El comienzo del partido fue ideal para el Manchester City. Solo necesitaron un par de minutos para abrir el marcador con una sorpresiva jugada de Bernardo Silva, cuyo tiro libre directo tomó desprevenido a Lunin y se coló en la portería merengue. Un golpe directo a la mandíbula que pudo haber representado un dolor de cabeza para el Real Madrid, aunque en poco tiempo fueron capaces de reponerse con dos goles veloces.
La fortuna estuvo del lado del equipo de Ancelotti, debido que el tanto del empate fue a través de un autogol de Rúben Dias por un desvío y el segundo gol cortesía de Rodrygo también pudo sorprender al portero por el ligero toque de Akanji en la disputa del esférico. Dos acciones en un lapso de 3 minutos que dieron alas al Real Madrid, que tuvo la posibilidad de castigar el poco control del cuadro inglés.
Los de Pep Guardiola buscaron hacerse fuertes con las posesiones, pero dejaron espacios por las numerosas perdidas de balón. Vinicius y Rodrygo hicieron mucho daño en las transiciones ofensivas, aunque desperdiciaron por el camino varias ocasiones que pudieron haber significado una ventaja más contundente. Y el Manchester City no iba a tardar en despertar.
Lluvia de golazos
Cuando parecía que el encuentro se complicaba para los citizens, surgieron los talentos de sus mejores futbolistas. Phil Foden se encargó de igualar nuevamente las acciones con un espectacular golazo a la escuadra, imposible de atajar para Lunin. El tanto de la remontada parcial fue cortesía de Gvardiol, cuyo sorprendente disparo con la derecha --es zurdo-- permitió a los suyos festejar con euforia en territorio merengue.
Pero nuevamente el Real Madrid tuvo la última palabra en la segunda mitad. Con los dos golazos recibidos en cuestión de cinco minutos, el cuadro madrileño consiguió salir con vida por la volea descomunal de Fede Valverde, que volvió a inyectar energía en sus compañeros. Aunque al final ninguno de los dos equipos se sacó una ventaja definitiva en los minutos finales, dejando la eliminatoria a definir en casa del Manchester City la próxima semana.