Escandaloso. Hernández Maeso fue el gran aliado del Real Madrid. Su arbitraje, partidista a más no poder, salvó al equipo de Ancelotti de una derrota humillante contra el Almería. Un penalti inexistente y un gol anulado al colista aliviaron los males madridistas en una jornada bochornosa que alimentaría las históricas ayudas arbitrales que recibe el Madrid. Sin VAR, el Almería hubiera ganado por 1-3. Con VAR, perdió 3-2.
El Almería, prácticamente sentenciado, ya no tiene nada que perder en la Liga. La salvación precisa un milagro y el equipo rojbilanco encaró el partido del Bernabéu con la mejor actitud. El campeón de la Supercopa, en cambio, arrancó con el freno de mano puesto.
El gol de Ramazani
La tarde presagiaba una cómoda victoria madridista, pero comenzó con sorpresa, con el gol de Ramazani en el primer minuto que cogió a muchos aficionados llegando a sus asientos.
Ancelotti, que había apostado por un once titular formado por Kepa, Carvajal, Rudiger, Nacho, Mendy, Tchouameni, Valverde, Kroos, Bellingham, Rodrygo y Vinicius apenas se inmutó. A su equipo le tocaba remontar, apretar los dientes y armarse de paciencia. El asedio a la portería de Luis Maximiano fue constante, pero la primera parte terminó con peores noticias para el Real Madrid, que encajó un segundo tanto, marcado por Edgar.
La sorpresa va a más
La afición del Madrid, que esperaba una tarde plácida, pitó a sus futbolistas. El Almería, con mucho más deseo, había golpeado en dos ocasiones a un equipo destensado.
Al Real Madrid no le quedó más remedio que jugar a la desesperada en el segundo acto. Contra el reloj. Pero la agonía madridista se calmó con un penalti muy polémico que no debió ser pitado y que transformó Bellingham. Antes hubo falta previa de Joselu que el árbitro ignoró.
La polémica estaba servida y se multiplicó con el gol anulado a Arribas para el Almería, y vivió un tercer capítulo con un gol invalidado inicialmente a Vinicius que finalmente fue validado. La fiesta terminó con Garitano expulsado y su equipo encajando poco después el tercer gol de Carvajal.