La era de mayor esplendor del Real Madrid llega a su fin. El conjunto blanco se halla inmerso en un proceso de cambio de ciclo que inició triunfalmente con la conquista de la Champions League 2021-22. Los últimos vestigios de las Orejonas levantadas desde la Décima de 2014 están más cerca que lejos de hacer las maletas. Precisamente, Luka Modric cuenta sus últimos días como futbolista blanco.
El segundo capitán cumple su duodécima temporada en Chamartín. Pero dará un paso al lado ante la irrupción de nuevos líderes en la medular del cuadro madridista. Jude Bellingham, Fede Valverde, Auerélien Tchouaméni, Eduardo Camavinga, Dani Ceballos y Brahim Díaz están llamados a consolidar el relevo generacional, con el permiso de Arda Güler, a quien las lesiones no han permitido debutar todavía.
Caída en picado
Por razones lógicas, con 38 años Modric ya no es el futbolista diferencial de antaño. El centrocampista croata ha visto cómo su protagonismo ha caído en picado. El segundo capitán ya no ostenta un rol preferencial en el esquema de Carlo Ancelotti y ha quedado relegado al banquillo.
En esta primera vuelta de Liga suma más suplencias --7-- que titularidades --6-- para un total de 574 minutos. En competición doméstica no ha completado los 90 minutos ningún encuentro, aunque sí lo ha logrado en Champions League ante Sporting de Braga y Unión Berlín.
Y eso que la plaga de lesiones con las bajas de Tchouaméni y Camavinga le ha brindado más participación de la que planeaba concederle el técnico. Con esto, cuando los dos mediocampistas franceses regresen, Modric quedará todavía más eclipsado.
Termina contrato
Ya titubeó con su salida el curso pasado, tentado por una propuesta multimillonaria procedente de Arabia Saudí. Esta vez sí, parece que el cambio de aires de Luka se acerca al finalizar contrato, en junio de 2024. Lo hará con todos los honores, a los 38 años y tras una laureada carrera en el Santiago Bernabéu.
El Balón de Oro de 2018 ha levantado tres Ligas, cinco Champions Leagues, cuatro Supercopas, cuatro Supercopas de Europa, cinco Mundiales de Clubes y dos Copas del Rey vestido de blanco. 23 títulos en el Madrid resultan difíciles de igualar.