Bien sabido es que la etapa de Gareth Bale en el Real Madrid estuvo llena de turbulencias. Nadie sabe decir a ciencia cierta si triunfó o no en el conjunto blanco. Porque, independientemente de que apareció en momentos trascendentales, como finales de Champions League o Copa del Rey, sus lesiones recurrentes le hicieron perderse la mitad de los partidos con la camiseta merengue.
Eso, unido a su falta de adaptación en la capital española y sus polémicas extradeportivas, provocó que siempre fuese un jugador discutido. No quiere que suceda lo mismo con la nueva gran estrella del Real Madrid, el inglés Jude Bellingham. El nuevo crack emergente costó aproximadamente 90 millones de euros, un precio que, viendo los trece goles en catorce partidos, parece hasta barato.
En el programa A League of Their Own de Sky, Gareth Bale ha dedicado unas polémicas palabras al mediapunta de Birmingham: "Necesita 'jugar el juego' que quieren la afición y los medios, evitando el mismo error que cometí yo".
Los controvertidos consejos de Bale
"El mayor consejo que le daría es que juegue como quieren en el Madrid. Si no juegas y no haces lo que los medios quieren, no hablas con ellos y no eres un títere, recibes muchos palos", ha resumido el galés, criticando de forma velada al entorno del Real Madrid y a la forma de hacer del club y la prensa, en líneas generales.
"Verás muchos galácticos, actuarán como galácticos, harán lo que la prensa quiere, jugarán el juego del Real Madrid. Probablemente ahí fue donde me sentí un poco perdido. No quería hacerlo. Yo sólo quería jugar al fútbol e irme a casa, eso me estorbaba y hacía que me atacaran", recuerda Bale en la citada entrevista.
Relación amor-odio con el Real Madrid
Y por último, concluye haciendo hincapié en la principal recomendación que tiene para Bellingham. "Así que mi consejo sería, sinceramente, jugar el partido del Real Madrid fuera del campo. Tienes que hablar después de los partidos, asegurarte de intentar hablar en español, hacer todo ese tipo de cosas". Unas palabras que generarán críticas desde la capital española. Aunque, en parte, tenga razón.