El Girona-Real Madrid habría terminado en una mera batalla futbolística de 90 minutos más añadidos. Hasta que Nacho Fernández ha afeado el partido en una acción que ha trasladado la tensión hasta las gradas de Montilivi. Un sector de la afición que animaba al equipo rojiblanco ha explotado al grito de "puta Real Madrid" después de una entrada criminal del central madridista en el tiempo de descuento.
Cuando el marcador ya señalaba el resultado definitivo (0-3) el jugador del Madrid ha perdido la cabeza. Cristian Portu se ha marchado por banda derecha al contraataque, y su rival lo ha derribado mediante una acción merecedora de expulsión. Nacho se ha lanzado con los tacos por delante y ha impactado con la pierna derecha del carrilero.
Expulsión y tangana
El atropello ha causado la posterior tarjeta amarilla, mostrada por el colegiado de campo, Pulido Santana. Sin embargo, nada más recibir el aviso desde la sala del VAR, el árbitro ha rectificado su decisión tras revisar la jugada en el monitor. Tarjeta roja directa para el zaguero del Madrid, que antes de abandonar el campo le ha dado un toque con la mano a Portu mientras lo atendían las asistencias, en señal de disculpa.
Sin embargo, las revoluciones ya habían excedido el límite. Carlo Ancelotti, con las manos en la cabeza, no comprendía la entrada de su pupilo, injustificable. Después del partido, el técnico italiano ha catalogado la infracción de "falta de lucidez de Nacho, que habitualmente es un jugador muy correcto. Se podía evitar, y él ha pedido disculpas. Lo sentimos".
Indignación generalizada
Cuando Nacho se dirigía al túnel de vestuarios, Yan Couto le ha increpado. Incluso Antonio Rudiger ha tenido que sujetar a Christian Stuani con tal de separarlo de su compañero. El delantero uruguayo ha justificado su reacción: "Son cosas que pasan dentro de la cancha. Nacho es un gran futbolista, pero creo que la acción está de más. Yo estaba cerca y he intentado defender a mi compañero porque no me ha gustado. Pero ya está, se queda en la cancha".
La riña también ha tomado forma en las gradas de Montilivi, con momentos de tensión y disputa entre ambas aficiones. Por su parte, Míchel, míster local, ha respaldado la indignación generalizada: "Ancelotti es un caballero. Ha dicho que no entendía la acción de Nacho con el 0-3 y nos ha pedido perdón. Es una entrada muy dura y no viene a cuento en ninguna acción de juego. No es comprensible".