Andreas Christensen y Marc Bernal en el Guadalajara-Barça de la Copa del Rey FCB
El vigente campeón de la Copa del Rey se impone al frío y supera los miedos que infunde Soto Grado
Los de Hansi Flick pasaron de ronda tras superar al Guadalajara a domicilio y rompieron los moldes habituales con el árbitro de Candeleda
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En Guadalajara, el FC Barcelona selló una doble victoria. Un triunfo de los jugadores y otro del cuerpo arbitral. Los de Hansi Flick superaron el frío de la noche manchega y, casi que más importante, dejaron atrás un fantasma que lleva años persiguiendo a la entidad culé. Tiene nombre y apellidos: César Soto Grado. Con él al mando del arbitraje, los azulgranas atesoran un balance de éxito más que dudoso, pero dicha estadística no hizo mella en Guadalajara. Victoria de doble mérito.
Actuación más que decente
Si ser árbitro ya es complicado en condiciones normales, serlo en la Copa del Rey lo es aún más. El torneo copero, al menos en las primeras eliminatorias, no cuenta con la instalación del VAR y, por lo tanto, el colegiado principal no puede apoyarse en él para tomar las decisiones más complicadas. Sin embargo, en el Guadalajara-Barça, Soto Grado ha superado el examen con un sobresaliente.
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El árbitro avilés firmó un partido más que decente. No dejó que el encuentro descarrilara en un choque físico sin amonestaciones y frenó todos los intentos de agresión por parte de los locales. De hecho, el Guadalajara se llevó hasta tres amarillas y el Barça solo una; la de Marc Bernal. En lo que atañe a libres directos, Soto Grado pitó ocho faltas en contra de los azulgranas y 11 a favor.
Los antecedentes
La realidad es que los antecedentes con el árbitro avilés al mando del arbitraje de un partido del FC Barcelona no llamaban al buen tiempo. Antes del choque contra el Guadalajara, el conjunto culé atesoraba un registro de seis victorias, tres empates y seis derrotas. Totalmente neutro. Ahora, con el triunfo copero, el balance pasa a ser positivo: 7/3/6.
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