El héroe inesperado del Barça en Guadalajara: partidazo y más competencia para complicar la vida a Flick

A la defensa del título. El FC Barcelona se estrenó en la Copa del Rey, que ganó la temporada pasada, ante el Guadalajara, un equipo al que nunca se había enfrentado, en un estadio, el Pedro Escartín, al que nunca había ido y con una alineación totalmente inédita, con Lamine Yamal de mediapunta, Roony Bardghji de extremo, Fermín López por el otro lado, Marcus Rashford como punta, el joven Jofre Torrents de lateral titular con Marc Casadó en la otra banda, Marc Bernal dirigiendo la medular y Marc-André ter Stegen en portería. Hansi Flick probó cambiando cromos, pero siguió con una premisa innegociable: la intensidad. Y al final, de tanto insistir, tumbó la muralla del elenco manchego (0-2).

Presión sin acierto

No importó que el rival fuera de la categoría de bronce, la Primera RFEF. El Barça salió mordiendo como hace siempre. Se infló a robar balones en campo contrario y condenó al Dépor a encerrarse en su propia área.

La extraña alineación de Hansi Flick en Guadalajara FCB

Hasta tres veces se acercó el equipo de Flick a la portería local en los primeros minutos, gracias a un disparo lejano de Éric y otro de Fermín, siempre bien conectado desde la izquierda, encontrando a Rashford y los desmarques de De Jong a la espalda de los centrales. Menos acertado empezó Lamine Yamal, confiado, erró pases y se encontró siempre a tres jugadores encima de él.

Los minutos pesan

A pesar de los intentos del Barça en el Pedro Escartín, el conjunto culé no logró ver portería. Ni el tridente del frío, el de los más veteranos del equipo y amigos fuera del terreno de juego, formado por Frenkie de Jong, Andreas Christensen y un Ter Stegen que lució el brazalete con la Senyera. Descartado Joan García, Flick optó por alinear al cancerbero alemán. Solo por esta noche, como confirmó antes del pitido inicial.

Frenkie de Jong durante el Guadalajara-Barça EFE

A la media hora, un Barça que topaba con la muralla del Dépor intentaba mover el balón de lado a lado. Y aprovechaba cualquier espacio que veía para echarse a correr. Si lo hacía Lamine Yamal, la consigna de Pere Martí, técnico del Guadalajara, estaba clara: frenarlo como sea.

Flick devuelve el orden

Con el paso de los minutos, el juego del Barça se fue ralentizando y los jugadores azulgranas se vieron sin soluciones. Arriesgaron con pases complicados, obligando a la pelota a pasar entre una multitud de piernas. Los campos de Primera RFEF siempre son complicados y el partido requirió de una precisión milimétrica para tumbar la férrea defensa del Dépor. Lo primero que hizo Flick fue cambiar a Pau Cubarsí por Bernal, que había estado bien, pero el técnico alemán quería a Éric, intocable, de lateral.

Marc Bernal durante el Guadalajara-Barça FCB

Flick solo hizo un cambio, pero devolvió el orden al Barça. Casadó regresó al eje, Lamine y Rashford a los extremos y lo único extraño fue ver a Fermín de falso 9. Vicente, portero del Dépor, detuvo dos clarísimas al delantero inglés para empezar la segunda mitad. Y luego se volvió a atascar.

Cambios necesarios

Pasada la hora de partido Flick metía a Alejandro Balde, Pedri y Jules Koundé. La reacción era obligada al ver cómo la afición del Guadalajara saltaba al ritmo de "que bote, que bote, el Pedro Escartín".

Lamine Yamal intenta regatear a un jugador del Guadalajara EFE

El Barça celebra el gol de Christensen ante el Guadalajara FCB

Ante las dos líneas de cinco bien plantadas, al Barça solo le quedaron los centros laterales como solución. Entonces apareció Christensen, quien poco antes había despejado el balón en una ocasión clarísima para el Dépor. De Jong, desde el vértice del área, pasó el esférico con mucho temple y desde la segunda línea apareció el central danés para abrir la lata en el 76' con un cabezazo.

En el último cuarto de hora, el tridente del frío, congelado hasta el momento, fue decisivo. Ter Stegen tapó el latigazo de Caropitche. El Guadalajara rozó la épica y al Barça se le encalló demasiado el partido. Un encuentro del que Flick podrá sacar conclusiones, tras el invento con la alineación inicial, y la notable actuación de Christensen, que pide paso en la Copa del Rey. La puntilla llegó al contragolpe. Rashford había fallado dos unos contra unos, peró no perdonó el tercero en el 90'. Yamal le puso a correr, luego dribló al portero y marcó el gol con el que el Barça avisó a todos de que quiere revalidar el título.