Hansi Flick lo cambió todo (o casi) en el Barça. Introdujo una cultura del trabajo exitosa, conectó rápido con los futbolistas y calmó a una entidad que estaba al borde de un ataque de nervios.
Metódico y exigente a partes iguales, Flick suele ser una persona tranquila. Pocas veces se altera, pero el pasado sábado celebró con dos cortes de manga el gol de Araujo que dio la victoria al Barça contra el Girona. Un minuto antes había sido expulsado por Gil Manzano.
Los cuatro duelos
Flick está preocupado y molesto con el arbitraje español. Lamenta que los colegiados no conversan con los deportistas. Este domingo no podrá estar en el banquillo del Bernabéu y verá el clásico desde la grada. Tendrá mejor perspectiva, pero estará lejos de los futbolistas. Marcus Sorg, su segundo, será el encargado de transmitir las órdenes a los jugadores.
Hansi Flick lidera el banquillo del Barça ante el partido contra Olympiacos
Raphinha celebra uno de sus goles en el clásico Barça-Real Madrid de Montjuïc
En Madrid temen al Barça de Flick. Casi tanto como al Barça de Pep Guardiola. Es normal. Con el técnico alemán, el equipo azulgrana ganó los cuatro clásicos de la pasada temporada: los dos partidos de Liga, la final de la Supercopa de España y la final de la Copa del Rey.
El Bernabéu
El Barça, curiosamente, ganó los tres títulos. Su primera exhibición fue en el Bernabéu, con victoria contundente por 0-4. Tan o más meritorio fue su triunfo en la Supercopa de España: 2-5.
El tercer duelo entre el Real Madrid y el Barça fue en la final de la Copa del Rey, decidida con un gol de Jules Koundé en la prórroga (3-2). Intenso y con muchas alternativas también fue el último duelo, el que decidió la Liga. En Montjuïc, el equipo azulgrana se impuso por 4-3.
Los jugadores del Barça arrancar a la carrera tras el gol de Jules Koundé en la final de la Copa del Rey
El Barça ganó los cuatro partidos. El equipo de Flick marcó 16 goles y recibió 7. Esta tarde, en el Bernabéu, el actual campeón llega con muchas bajas y otras tantas dudas. El Real Madrid tiene la oportunidad de romper su maleficio y abrir una brecha de cinco puntos en la Liga. Flick, sin embargo, espera la mejor versión del Barcelona.
