Heridas de guerra: los jugadores del Barça salen esquilmados del Metropolitano

El Atlético de Madrid salió a morir matando sobre el campo del Wanda Metropolitano. El FC Barcelona sufrió en sus carnes la intensidad desmedida de los pupilos del Cholo Simeone, desesperado tras observar impotente cómo se esfumaba la última posibilidad de levantar un título esta temporada 2024-25 (0-1). El Barça sudó sangre para doblegar a los indios y plantarse en la final de la Copa del Rey. Los hombres de Hansi Flick arriesgaron hasta su integridad física ante la dureza del conjunto rojiblanco. 

A las primeras de cambio, César Azpilicueta jugó con fuego y clavó los tacos sobre el gemelo derecho de Raphinha, sin posibilidad de contactar con el balón. Lamine Yamal, que bailó sobre el campo, se llevó un recado del exazulgrana Clément Lenglet en el tobillo. Nada más pisar el terreno de juego de revulsivo, Éric García también se llevó una herida de guerra de vuelta a Barcelona, cortesía de Nahuel Molina. 

Roja perdonada

La vuelta de las semifinales habría cambiado diametralmente si José Luis Munuera Montero hubiera seguido el criterio de Juan Martínez Munuera desde el VAR en el minuto 5. Azpilicueta clavó la bota en el gemelo de Raphinha por detrás y el extremo brasileño quedó varios minutos tendido sobre el campo. 

Azpilicueta clava los tacos en el gemelo de Raphinha REDES

Raphinha se lamenta en el suelo tras la dura entrada de Azpilicueta en el Atlético-Barça REDES

"José, escucha, vente a verla, hazme caso. Hay unos tacos totalmente en el gemelo, pierna extendida, llega muy tarde, tío, vente a verla", instó Martínez Munuera a Munuera Montero desde el VAR. Sin embargo, el colegiado de campo no modificó la tarjeta amarilla: "Para mí, no impacta de lleno. Le golpea de forma lateral (...). Le golpea para mí, no manteniendo el contacto. Me mantengo en la amarilla, Juan". 

Lamine, cazado

El caso de Lamine con las entradas es todavía más extremo, puesto que su estilo de juego se fundamenta en los quiebros y los cambios de velocidad, que cada jugador colchonero castiga mediante entradas al tobillo. En una de sus arrancadas, justo al plantarse en la frontal del área, y pasar el balón, Lenglet llegó tarde y pisó el tobillo de la joya de Rocafonda. Otro día en la oficina y la media manchada de sangre a la altura del tobillo. En un principio, el delantero de 17 años tenía dificultades para correr, pero se repuso con el paso de los minutos.

El pisotón de Clément Lenglet a Lamine Yamal en el Atlético de Madrid-Barça CAPTURA

La mancha de sangre en la media de Lamine Yamal, tras el pisotón de Clément Lenglet CAPTURA

La dura entrada de Nahuel Molina al tobillo de Éric García en el Atlético de Madrid-Barça CAPTURA

Prácticamente al mismo tiempo, con media hora de contienda restante, Éric García recibió un pisotón de Nahuel Molina. Ambos acababan de ingresar en el campo. El lateral argentino se ganó la cartulina amarilla en cuestión de segundos. Por su parte, el central de Martorell dio la señal de alarma con una cojera inicial fruto del golpe.