Tarjeta amarilla: Frenkie de Jong

Tarjeta amarilla: Frenkie de Jong CULEMANÍA

Primer equipo

Tarjeta amarilla: Frenkie de Jong

El centrocampista holandés ha jugado un buen partido, pero, por galones y experiencia, debería haber asumido el peso del juego tras la suplencia de Pedri

Locura total en Montjuïc: el Barça perdona al Atlético tras una remontada épica

Publicada

Noticias relacionadas

Frenkie de Jong mejora, pero aún no está al nivel del resto de compañeros. Contra el Atlético de Madrid (4-4), ha cuajado una actuación notable en la idea de las semifinales de la Copa del Rey. Sin embargo, el mediocentro holandés ha quedado señalado porque no ha podido suplir el vacío que ha dejado Pedri.

Hansi Flick decidió sentar al centrocampista canario en el minuto 85 de partido. Con su salida, el Barça perdió todo el control y la fluidez en el juego. El encargado de asumir galones, por años y experiencia, era De Jong. Y más aún cuando actuó como pivote único del equipo.

Pedri y Frenkie de Jong se felicitan en Montjuïc, tras el gol del volante canario al Atlético de Madrid

Pedri y Frenkie de Jong se felicitan en Montjuïc, tras el gol del volante canario al Atlético de Madrid EFE

Frenkie no tomó las riendas del encuentro y el Atlético logró empatar en el minuto 93, cuando reinaba la locura y el partido se había vuelto un correcalles. El movimiento de Flick fue muy arriesgado, dejó un centro del campo formado por Gavi, Fermín López, Éric García y De Jong, sin ningún organizador.

Tiene que mejorar en defensa

Pero, entre los cuatro, él era el llamado a coger el balón cuando más quemaba, incentivar posesiones largas y dar pausa al partido. No lo hizo. Además, quedó algo señalado por un repliegue defensivo en el que, en lugar de volver por la medular y proteger el área, se fue persiguiendo el balón y dejando su zona desprotegida. Acabó en gol de Marcos Llorente, el tercer del Atleti.

A Frenkie de Jong hay que pedirle mucho más. Da síntomas de mejora, sobre todo en el juego posicional y en defender hacia adelante, robando balones y anticipándose. Pero todavía tiene manías como los tan repetidos despistes en defensa.