
Lamine Yamal festeja su asistencia en el gol de Robert Lewandowski contra el Atlético de Madrid FCB
Locura total en Montjuïc: el Barça perdona al Atlético tras una remontada épica
Barcelonistas y rojiblancos empatan en el primer duelo de una semifinal de la Copa del Rey a vida o muerte
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El Barça tenía contra las cuerdas al Atlético en un partido memorable, como los grandes duelos que protagonizaron ambos equipos en los años 90. La final de la Copa del Rey parecía encarrilada, pero un gol de Correas y otro de Sorloth desactivaron la espectacular remontada barcelonista en la primera entrega de las semifinales. El equipo de Simeone, una vez más, silenció Montjuïc y la eliminatoria, a vida o muerte, se decidirá en el Metropolitano dentro de un mes, tras el 4-4 de la ida.
El partido tuvo un inicio devastador para el Barça. El Atlético marcó en el primer minuto, en una jugada de estrategia que pilló destensada a la retaguardia azulgrana y fue culminada por Julián Álvarez. Sin tiempo para asimilar el golpe, el grupo de Simeone castigó poco después un error de Koundé que no pudo ser corregido por Frenkie de Jong para golpear de nuevo a los seis minutos. Griezmann superó sin inmutarse a Sczensey.
La reacción barcelonista
Simeone parecía desactivar el plan de Flick y el Atlético reculó sin complejos. El Barça, sin Lewandowski en el once titular, necesitaba la mejor versión de Ferran, torpe en un mano a mano con Musso para desesperación de la afición barcelonista, muy fría en un día muy desangelado.

Gol de Griezmann, el segundo del Atlético EFE
El Barça estaba tocado, pero no hundido. Nunca se rinde con Flick. Es un equipo menos virtuoso, pero mucho más directo y vertical, ambicioso y descarado. Futbolistas como Pedri, Raphinha y Lamine son una bendición.
Pedri y Cubarsí
Simeone también sabía que su Atlético tiene más fútbol, pero es más vulnerable que otros años, y en un plis-plas su tranquilidad se resquebrajó con los goles de Pedri y Cubarsí. El primero, tras una jugada de tiralíneas iniciada por Lamine y continuada por Koundé. El segundo, con un cabezazo del joven defensa barcelonista.

Pau Cubarsí celebra su primer gol con el primer equipo del Barça con Lamine Yamal EFE

Clara ocasión de gol de Ferran EFE
El Atlético permitió que el Barça se conectara al partido. Más frustrante para Simeone resultó que el tercer gol barcelonista, al filo del descanso, llegara tras otro saque de esquina. Botado por Raphinha, fue cabeceado por Iñigo Martínez, el otro central azulgrana.
Exhibición de Pedri
La primera parte fue una locura. Una oda al fútbol más auténtico. El segundo acto ya tuvo más pausas, con un Atlético más entonado y un Barça más preocupado por batir a Musso que por proteger a Szczesny, siempre bajo la batuta de un Pedri en estado de gracia que se parece cada día más al mejor Iniesta.
Flick quería más, otro gol, y dio entrada a Gavi y Lewandowski por Dani Olmo y Ferran, mientras que Simeone prescindía de Griezmann, muy pitado, para jugársela con Sorloth. El premio llegó a un cuarto de hora del final, con una acción de mucha clase de Lamine que culminó Lewandowski.
El Barça, muy superior al Atlético, perdonó la sentencia y su felicidad quedó atenuada con el gol de Correa a seis minutos del final y, poco después, con el habitual tanto de Sorloth, verdugo en la Liga y en la Copa. El Atlético, inferior, sigue vivo porque marcó en los cinco minutos iniciales y en los cinco finales. La final exigirá otra actuación épica en el Metropolitano.