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El FC Barcelona se verá las caras contra su peor pesadilla. El Bayern de Múnich de Vincent Kompany visitará el Estadi Olímpic de Montjuïc en un duelo de altos vuelos de la Champions League. El Barça no vence a su bestia negra desde hace 9 años, precisamente la última vez que conquistó la orejona. Para más inri, sobre el campo los pupilos de Hansi Flick tendrán que sufrir el arbitraje de Slavko Vincic.

El colegiado esloveno también evoca recuerdos de Vietnam en la memoria del barcelonismo. No solo pitó la última final de Champions League que se llevó el Real Madrid. También dirigió aquel famoso Inter de Milán-Barça (1-0) de 2022, que posteriormente envió al equipo azulgrana a la Europa League.

La mano de Dumfries

Vincic se lució con un penaltis no señalados y un gol anulado. Robo en Milán. En el minuto 67, Pedri niveló el gol de Hakan Calhanoglu, pero Pol Van Boekel, colegiado al cargo en el VAR, denegó el tanto porque el balón había rozado en la mano de Ansu Fati antes de colarse en portería. El 10 azulgrana no podía apartar la mano, y tampoco cambió la trayectoria del esférico.

Pero la polémica mayor se presentó en los últimos 10 minutos. Denzel Dumfries tocó el balón con la mano extendida dentro del área cuando pretendía despejar con la cabeza. La acción evitó el remate de cabeza de Ansu. Penalti catedralicio que tanto Vincic como Van Boekel obviaron. "Sentimos que ha sido una injusticia grande. No puedo esconderme, estoy indignado. El árbitro debería dar explicaciones, salir a hablar. Se va y no pasa nada. Que salga aquí y dé explicaciones porque no entendemos. La palabra es indignación", estalló Xavi Hernández en la rueda de prensa tras la controvertida derrota.

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