Hansi Flick es un entrenador de pocas palabras, pero los jugadores del Barça están encantados con su gestión. Cada vez parecen más definidos los papeles en la plantilla, pero incluso los suplentes se sienten útiles. Saben que tendrán su oportunidad. Es el caso, por ejemplo, de Pablo Torre, cedido hace un año al Girona, que no entraba en los planes de Xavi Hernández. Con el técnico alemán, todo es diferentes.
Pablo Torre es un actor secundario en el Barça. Y su protagonismo será, probablemente, más pequeño cuando Gavi y Frenkie de Jong recuperen su mejor versión. El centrocampista cántabro, sin embargo, es un jugador con desequilibrio, que se mueve muy bien entre líneas, ideal para agitar los partidos en los últimos minutos. En defensa, en cambio, tiene mucho margen de mejora.
El elogio de Flick
Flick busca la mejor ubicación para Pablo Torre. Contra el Sevilla, jugó por la banda derecha, la demarcación habitual de Lamine Yamal, a quien el técnico quiere darle pequeños descansos para evitar problemas musculares.
"Pablo Torre puede jugar de extremo, en la posición de Lamine Yamal, o como mediapunta. Es un jugador versátil, ha participado en dos goles y ha mostrado su valor tanto en lo individual como en lo colectivo", destacó Flick.
La opción de Deco
Esta temporada, Pablo Torre ha disputado seis partidos (cinco de Liga y uno de Champions) en los que ha marcado tres goles y ha dado una asistencia. Mediapunta de 21 años, el futbolista tiene un valor de mercado de cinco millones de euros, según Transfermarkt.
Flick está contento con el rendimiento de Pablo Torre. No obstante, Deco, el director de fútbol, no descarta una nueva cesión. Un club que está muy interesado en contar con él es el Racing de Santander, líder de Segunda División, y máximo aspirante al ascenso.