Lamine Yamal es la gran estrella del Barça. Su futbolista más mediático. Y, tal vez, el nuevo Leo Messi. Nadie discute su talento ni su desparpajo. Tampoco, su clase. Xavi Hernández le dio carrete y Hansi Flick está encantado con su rendimiento, pero sabe que debe frenarlo. La sobrecarga muscular que sufrió en el España-Dinamarca ha sido el primer aviso para el entrenador del Barcelona, que deberá dosificar sus apariciones.
En un inicio de temporada muy exigente para un Barça con urgencias, Lamine ya participado en 11 partidos en los que ha marcado cinco goles y ha dado cinco asistencias. Es una pieza básica para Flick, quien le ha dado descansos en los tramos finales de los últimos partidos para malestar del futbolista.
El nuevo símbolo
Lamine, con un valor de mercado de 150 millones de euros, según Transfermarkt, es el nuevo símbolo del Barça. Flick habla maravillas de él, pero de puertas adentro no es tan generoso. El técnico quiere pulir algunos aspectos del juego del delantero.
Flick no quiere quemar a Lamine. No quiere que acabe agotado. No quiere que se repita un nuevo caso Pedri. El problema de Ferran es una mala noticia para el entrenador del Barça, pero Pau Víctor podría tener sus minutos en el próximo partido de Liga contra el Sevilla.
Calendario intenso
En la búsqueda del mejor rendimiento colectivo, Flick podría prescindir de Lamine en el once titular contra el Sevilla. Si evoluciona favorablemente, sí sería titular contra el Bayern de Múnich y el Real Madrid.
El Barça afronta ahora unas semanas muy intensas. En la Liga se enfentará a Sevilla, Real Madrid, Espanyol y Celta. En la Champions se medirá con el Bayern de Múnich y el Estrella Roja, en Belgrado. Muchos partidos en los que Flick necesitará a Lamine Yamal, y también alternativas.