Leo Messi ha sido el mejor jugador de la historia del Barça, con 35 títulos y 672 goles en 778 partidos. Los números de Lamine Yamal son mucho más modestos, pero el joven delantero, de 17 años, es la nueva estrella del club. El futbolista más mediático y determinante. Y las similitudes van a más.
Lamine Yamal ya ha disputado 812 minutos de 900 posibles en la actual temporada. Él, Raphinha y Lewandowski están en un gran momento de forma y el Barça ya suma 31 goles en 11 partidos. Lamine es, sin duda, el mejor socio del delantero polaco y cada vez es más líder en el campo.
El cambio de Flick
Hansi Flick cuida a Lamine con mucho mimo. Tanto que, a veces, molesta al futbolista. Al delantero no le gustó que su entrenador lo sustituyera en la segunda parte. Estaba tranquilo en el campo, con ganas de marcar un gol y frunció el ceño cuando encaró el camino hacia el banquillo.
Lamine bajó la cabeza, como hacía Messi cuando era sustituido. Luego saludó a Flick, pero lo hizo poco convencido. De manera protocolaria. Y se sentó en el banquillo, dándole vueltas a la cabeza, imaginando secuencias del juego y, seguro, pensando en el gol que podía haber marcado y no marcó.
El jugador más decisivo
En el campo, Lamine exhibió destellos de su gran clase, pero dio la sensación de que hizo la guerra por su cuenta durante muchos lances del partido. Igual que ocurría muchas veces con Messi.
Lamine, además, es un futbolista que también regula los esfuerzos. Que se dosifica en el campo. Pero cuando aparece, es un puñal para el contrario. Y, como Messi, el nuevo icono del Barça gana partidos por su clase y descaro. Y su desmedida ambición.