Tarjeta roja: Ferran Torres

Tarjeta roja: Ferran Torres CULEMANÍA

Primer equipo

Tarjeta roja: Ferran Torres

El delantero del Barça sigue negado en todos los sentidos del juego desde que comenzó la temporada y las críticas ya arrecian contra su figura 

28 agosto, 2024 21:27

Noticias relacionadas

Ferran Torres no se libra de la tarjeta roja. Desde que ha comenzado la temporada, el delantero valenciano ha sido titular en los tres partidos disputados a las órdenes de Hansi Flick. Desgraciadamente, todos con idéntico resultado: una actuación muy floja, lejos de lo que se viene esperando de él desde que fue fichado en 2022. De suspenso. Ferran se ganó la roja de Culemanía por ser el peor jugador en el primer partido del curso, ante el Valencia. Se le mantuvo la roja tras el partido contra el Athletic y se la vuelve a llevar tras la victoria del Barça en Vallecas. Ha sido el peor jugador del equipo en los tres partidos y necesita mejorar de manera urgente. 

Contra el Rayo saltó a la vista lo prescindible de su figura sobre el verde vallecano. Ferran no aportó absolutamente nada en el primer tiempo, tan solo un disparo lejano que se estrelló en un defensor. Desaparecido, ausente, errático... no hay rastro de las fauces del Tiburón que un día fue (o creyó ser). Sustituido al descanso por Flick, en su lugar entró el recién fichado Dani Olmo. Y las cosas cambiaron de arriba a abajo. El crack de Terrassa deslumbró con su fútbol, cambió el sentido del juego, hizo mejores a sus compañeros, regaló momentos de buen fútbol, mandó un balón al travesaño y terminó anotando el gol de la victoria. Fue puro espectáculo. Un hombre por otro y el juego del equipo se transformó de forma radical. Giro de 360 grados. La noche y el día. 

Condenado a salir del once

Ferran ha tenido tres oportunidades con Flick, tres partidos donde ha gozado de la titularidad junto a otros tres delanteros --Raphinha, Lamine Yamal y Lewandowski--, pero las ha desaprovechado. Tres ocasiones en que ha sido el peor de los cuatro. Con la llegada de Olmo, todo hace pensar que pronto se le hará de noche al bueno de Ferran. Está condenado a salir del once si no se pone las pilas. Y no se trata tanto de marcar, la que parece ser su gran obsesión, sino de ayudar a mejorar el juego. A construir para sus compañeros sin olvidarse de presionar como un animal. Como lo hace Raphinha, condenado a ser su gran competidor.