Sin el fichaje soñado de Nico Williams y sin la esperada inscripción de Dani Olmo. El FC Barcelona tuvo que hacer frente a una segunda jornada con muchas dudas en el barcelonismo, especialmente por la gestión de la directiva de Joan Laporta. En ese mar de incertidumbre apareció una versión realmente convincente de los azulgranas con el liderazgo de Lamine Yamal para derrotar con mucha personalidad (2-1) a un Athletic Club que siempre es un hueso duro de roer.
El Estadio de Montjuïc, con 46.448 espectadores, vibró con el rendimiento más que notable del Barça. Nuevamente el motivo de ilusión de los culés fueron las jóvenes promesas de la Masía como Marc Bernal y, especialmente, Lamine Yamal con su exhibición individual y primer tanto de la temporada para superar a su amigo Nico Williams. La presencia de Lewandowski también fue importante para cerrar la victoria en casa con su tercer gol de la competición, demostrando que está en un gran momento de forma.
El Barça mereció más
La mano de Hansi Flick se empieza a notar en el FC Barcelona. Mucha intensidad, buen ritmo en la circulación y precisión en los desmarques para hacer daño a la línea defensiva. Los futbolistas azulgranas se sintieron cómodos en la primera mitad contra el Athletic Club. El punto diferencia lo aportó Lamine Yamal, cuya jugada magistral desde la banda derecha para terminar con un disparo desde la frontal --a lo Leo Messi-- permitió a los suyos abrir el marcador.
El tanto de la joya de la Masía, que celebró con un baile junto a Alejandro Balde, le dio al Barça un chute de energía para aumentar la diferencia. La fortuna no acompañó del todo a los de Flick en ese tramo del encuentro, debido a que Lewandowski estrelló un balón en el poste tras disparo cruzado y poco después, el equipo rival se consiguió con la jugada del empate a partir de una falta de Pau Cubarsí dentro del área. Sancet se encargó de ejecutar el penalti, donde fue capaz de engañar a Ter Stegen.
A pesar del trago amargo del empate, el FC Barcelona no desistió de su plan de juego agresivo y vertical. Raphinha y Ferran Torres aportaron mucha movilidad en profundidad, mientras que en la base de la medular estuvieron Marc Bernal y Pedri con mucha precisión en los pases. El rendimiento colectivo de los azulgranas fue más que positivo, solo que la precisión en la definición de las jugadas no estuvo a la altura.
Lewandowski aparece
El dominio culé en Montjuïc persistió en el comienzo de la segunda mitad. El Barça hizo méritos para volverse a poner delante en el marcador por las ocasiones generadas, como el cabezazo de Lewandowski en un tiro de esquina que se estrelló nuevamente en el poste. El delantero polaco también tuvo otra oportunidad tras un preciso pase de Raphinha en el corazón del área, pero el remate fue atajado espectacularmente por el guardameta del Athletic Club. Tres jugadas clarísimas de Lewy que habrían representado un hat-trick.
Pero si hay algo que caracteriza a Lewandowski es su paciencia e insistencia. Con su olfato goleador dentro del área pudo estar bien posicionado al rebote de Alex Padilla para agitar finalmente las redes y devolver la alegría a los aficionados azulgranas. Un tanto merecido por las numerosas ocasiones que logró el FC Barcelona a lo largo del segundo tiempo.
El control del Barça
Con la necesidad de reencontrarse con el empate, el Athletic Club intentó dar con la tecla en los últimos minutos. Hansi Flick dio ingreso a varios futbolistas como Fermín López, Pau Víctor y Gerard Martín para refrescar al equipo y afrontar el tramo final con mayor fortaleza competitiva. Al igual que en la victoria en Mestalla, el Barça pudo demostrar que tiene mayor capacidad de resistencia de cara a defender el resultado.