A falta de dos semanas para el cierre del mercado, los equipos se mueven a toda velocidad. Uno de ellos es el Fenerbahçe, equipo otomano entrenado por un viejo conocido en can Barça, José Mourinho. El míster portugués se ha fijado en dos futbolistas del conjunto azulgrana. Las operaciones se prevén complicadas. Sobre todo, por el destino. La liga turca no es tan atractiva como otras.
El primer futbolista en el que se ha fijado Mourinho es Ilkay Gundogan. El centrocampista alemán (33 años) no quiere moverse de la capital catalana, en la que tan solo ha jugado una temporada. La pasada campaña fue uno de los jugadores más importantes del equipo que dirigía Xavi Hernández. Después de terminar el año con un mal sabor de boca, Gundo quiere volver a intentarlo en el Barça.
No se mueve
El problema es que el club no vería con malos ojos una venta. El mediocentro llegó sin ningún coste por traspaso, tras terminar contrato con el Manchester City de Pep Guardiola. Su fichaje fue celebrado por los culés. Llegaba el capitán del último campeón de la Champions. Pero la edad pesa y su continuidad, al menos de cara al futuro más cercano, está en duda.
Ilkay Gundogan, en un entrenamiento del Barça durante la gira de Estados Unidos
La elevada ficha de Gundogan obliga a tener cualquier posible venta en la recámara. El jugador del Barça seguirá siendo importante por su gran calidad y talento cerca del área, pero cada vez le costará más, por su veteranía, seguir el ritmo europeo. Un traspaso ayudaría a las arcas del club azulgrana.
La eterna promesa
El segundo crack en el que se ha fijado Mourinho es Ansu Fati. El último 10 del Barça no tiene dorsal en el primer equipo. Está inscrito en la Liga, pero aparece sin número. Llegó en buenas condiciones físicas a la pretemporada. Hansi Flick le preparó un plan específico. Pero una lesión en la planta del pie lo truncó todo.
Había esperanzas con su retorno, pero su estado de salud obliga a pensar en otras opciones. Ahorrarse una parte de su salario, de unos 12 millones de euros brutos, ayudaría en un Barça atado de pies y manos por el fair play financiero. El Fenerbahçe se habría fijado en Ansu, según algunas informaciones, pero lo más probable es que salga cedido a una liga de mayor caché en Europa.