Xavi Hernández, exentrenador del Barça, acertó cuando dijo que el club tendría problemas para suplir a Sergio Busquets. Y su receta se reducía al fichaje de Joshua Kimmich o Martín Zubimendi, con quienes contactó personalmente. Deco, sin embargo, le notificó hace un año que se olvidara de ambos. El nuevo entrenador, Hansi Flick, también avala a Kimmich, pero asume que no podrá ficharlo por la delicada situación económica del club. Y, lejos de quejarse, mira al Johan Cruyff. Y cuenta con dos futbolistas a los que su antecesor no dio carrete: Marc Casadó y Marc Bernal.
Casadó es, posiblemente, el jugador más importante del Barça B. Para su entrenador, Rafa Márquez, es intocable, ya sea como lateral diestro o, sobre todo, como mediocentro. Es un jugador con una buena salida del balón y muy inteligente. Xavi, sin embargo, nunca creyó en él, tal vez porque físicamente no es poderoso.
Las cifras de Casadó
Esta temporada, Casadó ha jugado cuatro partidos con el primer equipo: dos en la Liga y dos en la Champions. Tiene 20 años y el Barça no quiere traspasarlo. Al contrario.
Mucho más imponente es Marc Bernal. El mediocentro del filial es mucho más fuerte que Casadó. Solo tiene 17 años y ya ha disputado 28 partidos con el Barça B en los que ha marcado dos goles y ha dado cinco asistencias.
Bernal, más físico
Bernal mide 1,91 metros y es zurdo. Con el balón en los pies es correcto, pero brilla por su contundencia. Es, posiblemente, el jugador más parecido a Busquets. "Es el mediocentro ideal para el Barça. Es un futbolista que aporta mucho equilibrio", afirman en las categorías inferiores del Barcelona.
En el Johan Cruyff también brilla Pau Prim. El centrocampista barcelonés, de 18 años, es muy técnico y puede jugar como pivote o como interior. Es un jugador más exquisito, pero no tan contundente. Y con un perfil algo más ofensivo brilla Guille Fernández, con solo 15 años. Ellos, desconocidos por el gran público, son el futuro del Barça.