La retirada de Toni Kroos ha trastocado los planes del Real Madrid con posibles consecuencias negativas para el Barça. En el club blanco esperaban retener a su brújula, al menos, una temporada más. El centrocampista alemán experimenta una segunda juventud con 34 años, pero ha preferido parar a tiempo, antes de sufrir el bajón definitivo de su carrera. La entidad presidida por Florentino Pérez ha remozado la medular con portentos físicos y jóvenes, pero carece de un perfil organizativo y técnico como el mediocentro alemán.
Por ello, en Chamartín se han puesto manos a la obra con la búsqueda de un nuevo timonel. Ni siquiera Luka Modric, cerca de renovar por una temporada más, puede ofrecer las mismas prestaciones a sus 38 años. Por su parte, Jude Bellingham actúa más adelantado como enganche.
Kimmich, posible sustituto
Tal vez Kylian Mbappé no sea el único aterrizaje galáctico en el Santiago Bernabéu. En la terna, tres nombres futuribles: Joshua Kimmich, Nicolò Barella y Joey Veerman.Han leído bien. Kimmich, el jugador que Xavi Hernández tenía convencido de recalar en el Barça, puede recibir la llamada del Real Madrid en un verano crucial.
El mediocentro alemán termina contrato con el Bayern de Múnich en 2025 y este verano de 2024, tanto club como jugador deben sentarse a discutir su futuro. El equipo bávaro se plantea dos escenarios: una renovación o un traspaso con tal de ingresar dinero procedente de su marcha.
Duro competidor
El polivalente pivote tomará una decisión en firme toda vez que la institución alemana haya atado el técnico sustituto de Thomas Tuchel. Si bien Transfermarkt tasa al crack de 29 años en 60 millones de euros, con un año restante de vínculo en Baviera se verán obligados a rebajar sus pretensiones.
Es ahí donde entra la pugna venidera entre Barça y Real Madrid. Incluso otros tiburones europeos pueden oler la sangre por un centrocampista único. El club azulgrana no tiene el margen de maniobra financiera de su máximo rival en España, por lo que la voluntad del jugador resultará decisiva. Deco puede encontrarse con un hueso duro de roer, a la par que inesperado, en la carrera por firmar al sucesor de Sergio Busquets. Tanto en el mercado de agentes libres en 2025 como en el corto plazo asumiendo un traspaso.