El FC Barcelona ha completado una temporada no apta para cardíacos y repleta de altibajos. El equipo azulgrana ha cuajado a ratos. Aunque el Barça se ha entonado para el tramo decisivo de la temporada, ha naufragado en todas las competiciones posibles. Pese al desenlace, la dinámica negativa en diciembre y enero auguraban un final de curso todavía más trágico. Pero fueron los mismos futbolistas los que le pidieron una marcha más en los entrenamientos al técnico Xavi Hernández, en aras de mejorar el rendimiento.
Buena fe de ello, Jules Koundé es un entusiasta del deporte que disfruta de una dosis doble de ejercicio cada día. El central francés acostumbra a entrenarse en solitario al margen de las sesiones programadas con el primer equipo. Sin ir más lejos, en el día previo al derbi catalán Girona-Barça, el crack de 25 años salió a correr a unas pistas de atletismo. El jugador acude regularmente a dichas instalaciones, cercanas a su vivienda en Sitges.
El ex del Sevilla publicó una historia de Instagram hacia las 9.00 horas de la mañana. "Sesión de pista temprana para empezar este bonito día", acompañaba el texto a un vídeo grabado por el propio futbolista con la cámara frontal. Dos horas más tarde, a las 11.00 horas, el zaguero galo pisaba el césped de la Ciutat Esportiva Joan Gamper para empezar el entrenamiento programado por el staff de Xavi.
¡A las 4 de la madrugada!
No es la primera vez esta temporada que Jules Koundé es noticia por sus locuras en el sentido positivo. Tras la victoria del Barça en Cádiz (0-1), la expedición azulgrana regresó a la Ciutat Esportiva Joan Gamper a altas horas de la noche. Todos los futbolistas del primer equipo excepto uno volvieron a sus hogares tras pasar por las instalaciones de Sant Joan Despí.
Para el 23 barcelonista la faena no había terminado. Se quedó en el gimnasio de Can Barça a realizar su particular entrenamiento de recuperación a las 4.00 de la madrugada, como publicó en sus redes sociales. Y eso que a las 12.30, Xavi había convocado otra sesión. Pero el marchoso de Jules nunca tiene suficiente.