Xavi Hernández ya descuenta los días que le quedan como entrenador del Barça. No está por la labor de reconsiderar su salida del club cuando termine el curso actual. En los últimos meses se ha sentido muy solo, sin grandes aliados. Sin Mateu Alemany y Jordi Cruyff, Xavi no ha tenido buenos cómplices. Con Deco su relación es mucho más fría y distante. Hay hechos, más que palabras, que confirman las tiranteces entre ambos.
La primera gran operación de Deco como máximo ejecutivo deportivo del Barça fue el fichaje de Vitor Roque. El director de fútbol culminó su contratación con reuniones personales con el jugador y su padre. Al final, la operación se cerró con 30 millones de euros fijos y otros 31 en variables para el Paranaense. Comisiones, al margen.
Una apuesta de Deco
Vitor Roque, de 19 años, era, presuntamente, uno de los delanteros más deseados por los grandes clubes de Europa. Y Deco apostó fuerte por él. Tras la grave lesión de Gavi, el Barça pudo dar de alta al futbolista brasileño en enero, pero su protagonismo no ha sido el esperado por el director de fútbol.
Xavi no confía demasiado en Vitor Roque. Considera que todavía está verde. También opina que no tiene la fortaleza física necesaria para jugar como delantero centro y ha probado con él por la banda izquierda. El problema es que tampoco tiene mucho desborde. Como extremo sufre.
Vitor Roque comanda una jugada ofensiva en el Barça-Mallorca
Las cifras de Vitor Roque
En sus primeros meses como jugador del Barça, Vitor Roque ha participado solo en 13 partidos, con un balance de dos goles y ninguna asistencia. Actualmente, su valor de mercado es de 40 millones de euros, según Transfermarkt.
Xavi nunca priorizó el fichaje de Vitor Roque. Su gran obsesión era un mediocentro y él hubiera destinado los 61 millones de euros en el fichaje de un centrocampista de primer nivel. Al prescindir habitualmente de Vitor Roque, muestra su disconformidad con la política de fichajes del ejecutivo brasileño.
Liga y Supercopa
Xavi, cansado, tiene claro que su proyecto como entrenador del Barça tiene los días contados. Tiene la sensación de que Deco no le escuchó el pasado verano al confeccionar la plantilla y por dicho motivo se irá a principios de verano. Sin un nuevo título. Eso sí, con una Liga y una Supercopa de España en su currículo.