La afición del Barça sigue en estado de shock. Tocada y casi hundida tras la eliminación de la Champions por un derrota cruel ante el PSG. El presidente, Joan Laporta, no tiene soluciones ni estímulos para motivar a los culés. No hay dinero para fichajes y el club sigue sin resolver el relevo de Xavi Hernández. La posible apuesta por Rafa Márquez no ilusiona. Tampoco se vislumbra un fichaje. Con Deco como director de fútbol, el Barcelona parece moverse con mucha más lentitud que con Mateu Alemany. Con el ejectuvio baler, en abril ya estaban perfilados, al menos, dos fichajes.
Alemany asumió, en 2022, la necesidad de renovar una plantilla decadente y deprimida. Tras los fichajes o cesiones de Ferran Torres, Adama Traoré, Aubameyang y Dani Alves en invierno, el entonces director de fútbol ya tenía atadas las contrataciones de Franck Kessié y Andreas Christensen. Ambos llegaron al Barça con la carta de libertad, tras finiquitar sus contratos con el Milan y el Chelsea.
Las palancas de Laporta
Laporta, gracias al dinero de las llamadas palancas, cerró otras cinco incorporaciones más hasta finales de agosto: Robert Lewandowski, Raphinha, Jules Koundé, Héctor Bellerín y Marcos Alonso.
Un año después, la Liga frenó los planes de Laporta al limitar las ventas patrimoniales del club. El pasado verano, el Barça sol pudo invertir 3,4 millones de euros por Oriol Romeu. Fue el equipo de la Champions que menos gastó en renovar su plantilla.
Los fichajes de hace un año
En verano, el Barça deberá resolver muchos asuntos pendientes y acelerar las ventas de Dest y Lenglet, cedidos esta temporada al PSV y el Aston Villa. El club también pondrá en el mercado a Ansu Fati, actualmente en el Brighton, y podría recuperar a Julián Araujo, lateral derecho cedido a la UD Las Palmas.
Kimmich y Onana
Xavi y Mateu Alemany siempre tuvieron buena sintonía, aunque el gran aliado del técnico de Terrassa fue Jordi Cruyff. Con Deco, en cambio, Xavi no se encuentra tan cómodo. Y, a a poco más de un mes para que termine la Liga, el Barça no tiene atado ningún fichaje ilusionante. Desde el club simplemente se reconoce que la gran prioridad en el mercado de verano será la incorporación de un mediocentro.
El Barça tiene muy buenos informes de Joshua Kimmich, mediocentro del Bayern, aunque Deco apuesta por Onana, del Everton. El precio de ambos jugadores podría oscilar entre los 40 y los 60 millones de euros.
Gope deportivo y económico
Antes, Laporta necesita cerrar el curso actual con superávit. La eliminación de la Champions ha sido un duro golpe tanto deportivo como económico. El pase a semifinales comportaba un premio de 12,5 millones de euros de la UEFA y la posibilidad de ingresar unos ocho millones de euros contra el Borussia Dortmund por la venta de entradas.
La solución de emergencia pasa por vender a uno o más futbolistas por unos 100 millones de euros, cifra que el Bayern estaría dispuesto a pagar por Ronald Araujo. Frenkie de Jong, Raphinha y Koundé también serán traspasados si el club recibe una buena oferta antes del 30 de junio.