Anderson Luis de Souza, Deco, director de fútbol del Barça, vive al día. Su estado de ánimo cambia en función de los resultados del primer equipo y del rendimiento de sus futbolistas. Hace dos años, gestionó el fichaje de Raphinha, por quien el club azulgrana pagó 58 millones de euros fijos y otros siete en variables al Leeds, y él cobró una comisión. Entonces era el representante del delantero brasileño, a quien el club ha puesto en el mercado.
El Barça necesita dinero. Hacer caja. Antes del 30 de junio, el club debería traspasar a uno o dos futbolistas para cerrar el curso actual con números verdes. Y un candidato a ser vendido es Raphinha, un delantero muy irregular, generoso en el esfuerzo pero algo precipitado en sus acciones.
Los números de Raphinha
Raphinha, de 27 años, es un jugador de rachas. Y ahora está en gran forma. Con confianza. Esta temporada ha participado en 29 partidos en los que ha marcado seis goles y ha dado 10 asistencias con el Barça. Y su actual valor de mercado, según Transfermarkt, es de 50 millones de euros.
El Barça sabe que Raphinha tiene un gran mercado en Inglaterra, pero también sabe que difícilmente recibirá una oferta de 60 millones de euros o más de algún club de la Premier. En el Barcelona, sin embargo, han deselizado que Raphinha también gusta mucho en Arabia.
Oferta de Arabia Saudí
El club que preside Joan Laporta sueña con una oferta irrechazable de Arabia. Una oferta que podría superar los 80 millones de euros que solucionaría muchos problemas al presidente del Barça. La venta también sería bendecida por Deco.
Raphinha celebrando el gol ante Las Palmas con sus compañeros
Deco ya planifica la próxima temporada. La gran prioridad es el fichaje de un mediocentro. Después, el de un extremo que juegue por la banda izquierda. Antes, sin embargo, deberá saber qué cartas tiene para acudir al mercado.
Laporta, Raphinha y Deco posan juntos en la presentación del crack brasileño
Futuro incierto
A Deco le interesa que Raphinha se desvincule del Barça por su pasado como representante. Y el buen momento del delantero brasileño favorece las aspiraciones del ejecutivo brasileño, cuyo futuro en el club es incierto. Oficialmente asegura que seguirá en el Barça, pero no descarta su salida para volver al mundo de la representación, donde tendría menos presión y, posiblemente, ganaría más dinero.