Xavi Hernández fue contundente al expresar, después de la victoria del Barça (1-0) contra el Mallorca, que "el equipo ha mejorado desde que dije que me iba, así que no es casualidad". No es la primera vez que el entrenador culé se refiere al anuncio de su marcha como un potenciador para mejorar las sensaciones del FC Barcelona. En términos de resultados sí que se percibe un crecimiento, aunque la realidad es que a nivel de juego las sensaciones todavía no son positivas.
Desde que Xavi anunció --el pasado 27 de enero-- la decisión de marcharse una vez termina la temporada, el Barça ha conseguido hilvanar cinco victorias y tres empates. Una mejora considerable en cuanto a los resultados, teniendo en cuenta que justo en el primer del año sufrió tres derrotas contra el Real Madrid, Athletic Club y Villarreal. En este sentido, el crecimiento es innegable, pero el rendimiento colectivo es muy tímido para enfrentarse al Nápoles el próximo 12 de marzo.
No carburan por completo
La temporada del FC Barcelona se puede definir como irregular. La primera mitad de la ida contra el Nápoles y la goleada ante el Getafe en Montjuïc hicieron soñar al aficionado azulgrana con que el equipo diera un paso definitivo en lo colectivo. Pero la consistencia todavía sigue sin aparecer en la plantilla dirigida por Xavi, recordando que hace tan solo unos días firmaron un decepcionante partido contra el Athletic Club en San Mamés.
La reciente victoria en casa contra el Mallorca tampoco es para tirar cohetes. La mejor noticia del encuentro es que el club tiene a dos talentos descomunales como Lamine Yamal y Pau Cubarsí, que a pesar de ser menores de edad han demostrado que están en la capacidad de liderar al Barça. Por una parte es fantástica la irrupción de los canteranos en el primer equipo, pero también deja en evidencia a los veteranos que deben asumir esa carga.
También se debe resaltar que a nivel colectivo el FC Barcelona no dio signos de mejora en la velocidad de circulación, la efectividad de cara a portería o la intensidad en la presión. Lo único resaltable es que el equipo ha vuelto demostrar su contundencia defensiva, donde se firmó por segunda jornada consecutiva la portería a cero. Aunque es insuficiente si el conjunto culé quiere alcanzar los cuartos de final de la Champions League.
La vuelta contra el Nápoles
Con las bajas por lesión de Pedri y Frenkie de Jong, además de las dudas colectivas del Barça, la vuelta contra el Nápoles del próximo martes 12 de marzo apunta a ser un enfrentamiento mucho más complicado para la causa azulgrana. Justo en los días previos se ha visto al elenco napolitano dar un salto importante en cuanto a sensaciones, debido a las victorias contra el Sassuolo y la Juventus, y el paso adelante de cracks como Kvaratskhelia.
El partido de ida (1-1) pudo haber sido mucho más placido para el FC Barcelona de no ser por la poca efectividad en ataque, por lo que ahora debe afrontar la vuelta con la necesidad de mostrar una de sus mejores versiones colectivas de la temporadas. No es una tarea fácil para Xavi Hernández, aunque el club está en la necesidad de trascender en la competición continental por la inyección económica que representaría. Hay que recordar que por los cuartos de final se pagan 10,6 millones de euros.
Presión en la Liga
Por ahora, el Barça se puede dar el lujo de saber que mete una enorme presión a sus principales rivales en la Liga. La victoria contra el Mallorca deja a los de Xavi en la segunda casilla de la tabla de posiciones con 61 puntos, por lo que ahora son el Girona y el Real Madrid los que no deben fallar en la jornada 28. Sin dejar de lado que también permite tomar, momentáneamente, ventaja sobre el Atlético de Madrid y el Athletic Club.
Equipo | Cantidad de puntos | Cantidad de partidos |
Real Madrid | 66 puntos | 27 partidos |
FC Barcelona | 61 puntos | 28 partidos |
Girona FC | 59 puntos | 27 partidos |
Atlético de Madrid | 55 puntos | 27 partidos |
Athletic Club | 50 puntos | 27 partidos |