San Mamés tiene normas sagradas. En Bilbao se acepta que un futbolista fiche por el Barça o el Real Madrid a cambio de una buena compensación económica, pero nada molesta más a la afición rojiblanca que un jugador se vaya del Athletic a otro club sin mediar traspaso. Fue el caso, el pasado verano, de Iñigo Martínez, muy pitado en su regreso a la Catedral.
Faltaba un cuarto de hora y Xavi Hernández hizo un triple cambio. Iñigo Martínez, Oriol Romeu y Joao Félix entraron por Cubarsí, Christensen y Raphinha, mientras Valverde hizo un doble cambio. Tras los aplausos de rigor hacia sus futbolistas, San Mamés pitó.
Pitos para Iñigo
La hinchada del Athletic silbó cada vez que Iñigo Martínez tocaba el balón. Hace un año era uno de los suyos. El defensa no quiso renovar su contrato y se marchó al Barça. Su caso recordó el protagonizado por Eskurza, en los años 90, pitado el día que regresó a San Mamés como jugador del equipo de Johan Cruyff.
El Barça y el Athletic han protagonizado algunos traspasos sonados. Entre ellos, los de Andoni Zubizarreta y José Ramón Alexanko, el primer defensa por el que se pagaron cien millones de las antiguas pesetas en España. Es decir, 600.000 euros.
La Tribuna Garay de San Mamés
Mucho antes, en 1960, el Barça fichó a Jesús Garay, por quien pagó 5,5 millones de pesetas. Entonces, era un dineral y el Athletic construyó una nueva tribuna en el viejo San Mamés, conocida como la Tribuna Garay.
El Athletic y el Barça, históricamente, han mantenido una buena relación. Los años 80, sin embargo, fueron muy tensos, sobre todo cuando Diego Armando jugaba en el equipo azulgrana y Goikoetxea en el conjunto vizcaíno. Entonces saltaban chispas y Bernd Schuster dijo que "jugar en San Mamés es más peligroso que ir a la guerra de Corea". En el pasado también se silbó a Iniesta y este domingo hubo pitos para Iñigo pero poco más. Ambos equipos firmaron el empate como mal menor.