El FC Barcelona ha pagado demasiado caro el primer acercamiento con peligro del Nápoles. Victor Osimhen ha mandado al fondo de las mallas el primer tiro a puerta del conjunto italiano en todo el partido. El delantero nigeriano se ha plantado en el corazón del área con pasmosa facilidad. Su marcador, Iñigo Martínez, ha terminado por los suelos y le ha allanado el camino del empate (1-1). Los jugadores del Barça han protestado una posible falta, pero ni el árbitro principal ni el VAR han revisado la jugada.
Las señales de televisión apenas han mostrado tomas del forcejeo entre atacante y central, por lo que no queda claro si la jugada es punible. Con esto, el colegiado lo ha tenido claro. En la sala de videoarbitraje no han considerado la jugada susceptible de revisión para modificar el criterio de Felix Zwayer.
La explicación más lógica, probablemente el principal argumento arbitral, pasaba por un posible error de Iñigo. El central vasco peca de querer anticiparse al ariete de 1,85 de altura. Osimhen se planta robusto y gana el cuerpo a cuerpo, por lo que el choque de trenes habría provocado caída del veterano defensor. Falso.
Empujón de Osimhen
Las tomas que circulan por redes demuestran que Osimhen suelta el brazo y empuja al defensor azulgrana. Se aprecia que el goleador del Nápoles deja ir el brazo en exceso. Es ese gesto el que causa el derribo del zaguero. No obstante, vacío arbitral. Ni siquiera ha esperado el colegiado al VAR a reanudar el partido tras el gol.