El FC Barcelona ya ha puesto los ojos avizores en el mercado de fichajes. Apenas ha concluido la ventana de traspasos de enero, y el director deportivo de la entidad, Deco, ya peina los recovecos del fútbol europeo en busca de gangas. Y la leyenda del Barça parece haber encontrado petróleo en tierras portuguesas. Uno de los cracks más en forma de la Liga lusa termina contrato con el Benfica a final de temporada: Rafa Silva.
Las Águilas le han ofrecido la renovación al delantero de 30 años. Sin embargo, Joao Araujo, representante del futbolista ya le habría comunicado al conjunto portugués que su cliente rechaza la oferta. A sabiendas de ese escenario, Deco ya ha movido ficha, haciendo gala del oportunismo en Can Barça. En un pasado, la entidad ya maduró con antelación los aterrizajes de Andreas Christensen, Franck Kessié, Iñigo Martínez e Ilkay Gundogan a coste cero.
Competencia de Qatar
El principal problema radica en un nuevo actor que ha irrumpido a golpe de talonario: Qatar. El Al-Sadd, donde Xavi Hernández plantó sus primeras semillas como entrenador, le promete el oro y el moro a Rafa Silva. Nada menos que 36 millones de euros por un contrato de cuatro temporadas.
Le ha salido dura competencia al equipo azulgrana procedente de Oriente Medio. No será el primero ni el último traspaso del Barça que se complica debido a la intromisión del golfo Pérsico. El atacante, que puede actuar por todo el frente ofensivo, se planteará el debate de moda entre los futbolistas de élite: objetivos deportivos menos ambiciosos en ligas de competitividad inferior o salarios más bajos en Europa, sobre todo, en el FC Barcelona.
Crack del doble-doble
Rafa Silva forma parte de ese selecto grupo de futbolistas profesionales que alcanzan el doble-doble con sus respectivos equipos. Esta temporada ya suma 13 goles y 11 asistencias en 33 partidos oficiales. Anteriormente ya había cosechado dicho logro en el curso 21-22, con 12 dianas y 15 pases de gol.
Con la posible venta de Raphinha en el horizonte, la opción de Rafa Silva se presenta como un relevo a la altura. También puede ocupar el extremo izquierdo en caso de que Barça y Joao Félix separen sus caminos definitivamente. Las artes persuasivas de su compatriota Deco --nacionalizado portugués-- pueden decantar la operación.