Los únicos cuatro jugadores que se salvan de la quema en el Barça de Xavi
El equipo volvió a hundirse en Liga, esta vez contra el Villarreal, y tan sólo algunos futbolistas sumaron en el conjunto azulgrana
28 enero, 2024 11:11Noticias relacionadas
Nuevo naufragio, el enésimo, del FC Barcelona esta temporada. De los que duelen y tienen consecuencias. Los de Xavi Hernández cayeron estrepitosamente frente al Villarreal en Montjuïc (3-5) y, aunque por momentos lograron engrasarse, en líneas generales fueron pocos los jugadores que cumplieron con las expectativas.
Lamine Yamal, Ilkay Gundogan, Pedri González, y Ferran Torres son los únicos que se salvan de la quema. Los dos primeros se vaciaron durante todo el encuentro, Lamine llevando la batuta de la mayoría de jugadas de ataque y, Gundo, dirigiendo la sala de máquinas antes de marcar el primer gol culé. Pedri y Ferran salieron desde el banquillo y revolucionaron el juego, haciendo creer a la afición en la remontada.
El de Tegueste vio puerta y dio buen criterio al juego, mientras que el segundo participó en la jugada del primer gol y sembró un peligro constante hacia la portería del Villarreal. Del resto, sólo se pueden mencionar luces y sombras.
Un equipo que no ofrece ninguna garantía
Iñaki Peña no fue capaz de detener ninguno de los cinco goles, y sigue siendo goleado partido tras partido --aunque no sólo sea culpa suya--. La defensa hace aguas por todas partes, tanto los titulares como los suplentes.
Ni siquiera Araujo y Koundé parecen ya una garantía, como lo eran antes. Y en la medular, Oriol Romeu estuvo demasiado plano y previsible en la circulación, mientras que Frenkie de Jong no tuvo el día. Está en horas bajas el neerlandés, posiblemente contagiado por la frustración generalizada en el vestuario.
El anuncio de Xavi y la tensión del grupo
Habrá que ver si, tras el anuncio de Xavi Hernández, la tensión disminuye y se crea un clima de optimismo y trabajo que permita ver una mejoría de aquí a final de temporada. Y que, con ello, el FC Barcelona sea capaz de luchar por unos títulos --los de Liga y Champions-- cada vez más complicados. A día de hoy, son una utopía.