Ronald Araujo no atraviesa por su mejor momento en el Barça. No se puede decir que esté mal, porque sigue siendo un futbolista muy fiable en defensa, pero está lejos del nivel sobresaliente que mostró la temporada pasada. Este curso ha cometido distintos errores de concentración, no va tan sobrado a nivel físico e, incluso, ha protagonizado algún partido calamitoso como el de la final de Supercopa contra el Real Madrid, donde terminó expulsado después de comer penalti y verse superado por Vinicius, autor de tres goles. 

Este domingo, contra el Betis, Araujo fue el más flojo en defensa del Barça junto a Alejandro Balde. El joven extremo ya fue apercibido con la amarilla de Culemanía hace pocos días, así que en esta ocasión le toca al central uruguayo. En las redes sociales le achacan que esté pensando más en el Bayern que en el Barça. 

Lejos de poder confirmar esa especulación vinculada a los rumores del mercado de fichajes, lo que es una realidad es que Araujo tiene una pésima comunicación con Iñaki Peña, el portero que se ha consolidado como titular del Barça en ausencia de Ter Stegen. Ya les pasó contra el Almería, y esta vez el Betis pudo anotar su primer gol tras una incomunicación entre ambos donde Araujo molestó a Peña, que no salió con la suficiente fuerza y perdió el balón posibilitando el gol rival. Aunque Iñaki debe mejorar unas salidas preocupantes, Araujo, como capitán y líder debe ayudar a un portero que lleva poco tiempo jugando de manera seguida en la élite. El portero siempre prevalece y el uruguayo debe saberlo y mejorar esta cuestión cuanto antes. Avisado queda. 

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