El Barça tiene un problema. Un problema de gran enjundia. El equipo de Xavi está tocado y casi hundido, y el club no tiene margen de maniobra para cambiar su dinámica. Con una deuda de 1.200 millones y el límite salarial excedido, el presidente, Joan Laporta, pide paciencia y confía en una reacción inmediata del técnico y sus futbolistas. Xavi asume que no llegarán nuevos refuerzos y en el staff lamentan que el poco dinero que había para fichajes lo hayan destinado a Raphinha y Vitor Roque, dos jugadores avalados por Deco que costaron unos 130 millones de euros, entre fijos y variables.
Hace un año y medio, Laporta vendió el 25% de los derechos de televisión de la Liga durante 25 años y el 49,5% de Barça Studios para renovar una plantilla decadente. En verano de 2022, pagó 45 millones de euros fijos y otros cinco en variables por Lewandowski, 58 millones fijos y siete en variables por Raphinha y 50 millones fijos y cinco en variales por Koundé.
A la sombra de Dembelé
Lewandowski y Koundé, habitualmente, son titulares. Su rendimiento en el curso actual, no obstante, es notablemente inferior al de la pasada temporada. Raphinha, por su parte, vivió a la sombra de Dembelé hace un año y, hasta su lesión, competía con Lamine Yamal y Ferran por jugar en la banda derecha. Se ganó la titularidad por su gran despliegue físico y agresiva presión, pero está muy lejos de aportar las prestaciones ofensivas que Xavi querría.
Esta temporada, Raphinha ha disputado 20 partidos con el Barça en los que ha marcado cuatro goles y ha dado siete asistencias. Y su valor de mercado, según Transfermarkt, es de 50 millones de euros.
Vitor Roque, inédito en la Supercopa
Raphinha llegó al Barça con Deco como representante suyo, antes de fichar por el Barça como director de fútbol. En su actual cargo, Deco gestionó también la contratación de Vitor Roque, un prometedor delantero brasileño de 18 años.
Xavi, de momento, ve a Vitor Roque como un jugador de futuro. Sorprende que el delantero brasileño no disputara ni un minuto en la Supercopa tras costar, oficialmente, 30 millones de euros fijos y otros 31 en variables. Al parecer, unas molestias físicas sentidas tras el partido de Copa en Barbastro podrían explicar esta ausencia de protagonismo contra el Osasuna en la semifinal de Supercopa, pero nadie entiende que no tuviese unos minutos contra el Real Madrid, como tampoco se entiende que Pedri y Joao Félix no llegasen a compartir ni un segundo sobre el verde.
Rafa Márquez, en la recámara
La gestión de Xavi como entrenador del Barça tiene cada día más detractores en el club. Deco, de momento, no mueve ficha, pero lo tiene todo atado o casi atado en caso de que el técnico de Terrassa sea despedido. No es el escenario que quiere, porque el Barça apenas tiene margen de maniobra. Su apuesta sería Rafa Márquez, del filial, una persona con la que tiene una gran sintonía y que también gusta mucho a Laporta.