El Barça tiene muchos frentes abiertos. Demasiados. En Valencia, el equipo se reencontró con el fútbol, pero estuvo blando en su área y errático en la otra portería. Por juego mereció ganar, pero el empate de Mestalla penalizó unos errores que se suceden jornada tras jornada. En 17 jornadas de Liga, el Barcelona solo ha marcado 31 goles y ya ha recibido 19.
Hace un año, el Barça era un muro casi infranqueable. En 38 partidos solo encajó 20 goles, muchos en el tramo final de la Liga. Ahora, en cambio, es un equipo muy vulnerable y, hace una semana, el Girona le endosó cuatro goles en Montjuïc.
El Barça falla mucho en ataque y flojea en defensa. Y no por la lesión de Ter Stegen. Su sustituto, Iñaki Peña, evitó una clara ocasión de gol del Valencia en el segundo minuto.
Pocos goles
Xavi, mientras, se queja de la falta de efectividad y argumenta que ese es el gran mal del equipo. No le falta razón. El Barça solo marca 1,8 goles por partido, una cifra muy baja para un aspirante al título.
En 17 partidos de Liga, el Barça ha ganado 10, ha empatado cinco y ha perdido dos. En la Champions, ha ganado cuatro y ha perdido otros dos.
Victorias muy ajustadas
Las estadísticas también indican que el Barça no consigue una victoria holgada desde septiembre, desde que encadenó dos 5-0 ante el Betis y el Amberes. Desde entonces, sus victorias han sido por la mínima. Las más importantes, contra el Celta (3-2), el Sevilla (1-0), la Real Sociedad (0-1), el Oporto (0-1 y 2-1) y el Atlético (1-0).
Al Barça le falta pegada. Punch. Xavi, al menos, ya ha recuperado la mejor versión futbolística de un equipo con mucho margen de mejora. El problema es que la reacción ha llegado tarde y el curso tiene mala pinta.