La de este domingo no fue la noche para el Barça. Al rendimiento irregular de los once hombres por quienes apostó Xavi se unió, en la segunda mitad, la pobre aportación de los jugadores de refresco. Lamine Yamal, Ferran Torres, Fermín López y Alejandro Balde no mejoraron lo que ya había sobre el césped.
Para colmo, Xavi realizó variaciones llamativas y contraproducentes. Balde entró en sustitución de Christensen y no fue para jugar de lateral ni de extremo, sino de central. Una posición en la que se le vio perdido, incorporándose además demasiado al ataque. El hecho de no guardar la posición permitió algunas contras del Girona, como la última de todas, que fue letal para colocar el 2-4 en el marcador. El gol de la sentencia.
Los cambios no mejoraron al equipo
En cuanto a Fermín López, tuvo buena actitud pero no mejoró creativa ni técnicamente a Pedri, mientras que los extremos Lamine y Ferran tampoco lograron desbordar. El de Foios protagonizó algún acercamiento peligroso nada más entrar, pero fue intrascendente de cara a puerta y se le volvió a ver precipitado.
En cuanto a Lamine Yamal, recibió muy pocos balones en banda derecha. Sí es cierto que, cuando tuvo oportunidad, atrajo a la defensa del Girona y fue capaz de generar jugadas peligrosas para la meta de Gazzaniga. Intervino de hecho en la jugada del segundo gol --con asistencia de Ferran-- y puso el pase que podría haber supuesto el 3-3, de no ser por el error de Lewandowski con todo a merced.
Xavi, en busca de una solución
Pese a que Xavi buscó una reacción desde el banquillo, no la encontró. El FC Barcelona no fue capaz esta vez de obrar el milagro, y se queda siete puntos por debajo del liderato que ostenta el sorprendente Girona.
Cierto es que no es demasiado tarde para mejorar. Sin haberse cumplido todavía la primera vuelta de Liga, se prevé que el Girona sufra algún bache de juego y resultados a lo largo de la temporada. Y sobre todo, que el Barça de Xavi evolucione. De lo contrario, la cabeza del entrenador estará en riesgo.