La pasada temporada, Robert Lewandowski anotó 33 goles en 46 partidos y repartió ocho asistencias. Sus dianas fueron decisivas para conquistar el título de Liga, donde además se coronó como Pichichi, y también en la Supercopa de España.
Esta temporada, sus registros han bajado notoriamente, marcando ocho goles y dando cuatro asistencias en 16 partidos jugados, cifras no del todo negativas pero que sí que marcan un retroceso claro en números, así como en sensaciones.
Rosario de ocasiones desperdiciadas
Frente al Atlético de Madrid, erró hasta cinco ocasiones claras que podrían haber supuesto la sentencia para el FC Barcelona. La primera fue durante los 10 primeros minutos de juego, a pase de Joao Félix. El remate de Lewy --muy tímido-- fue desviado por Oblak, que estuvo muy atento en la salida.
La segunda oportunidad también transcurrió durante los primeros minutos, y esta vez fue a centro de Raphinha. Lewandowski remató fatal con la nariz, estando solo, y el esférico se marchó a saque de puerta. La tercera y la cuarta se dieron igualmente en los primeros 45 minutos. Primero un centro brutal de Koundé, que acabó con una volea desviada que Lewandowski remató con la tibia.
Y poco después, un pase forzado que el delantero polaco recibió forzado y remató flojito, a las manos de nuevo de Oblak. En el segundo tiempo estuvo más activo y acertado sin balón que con balón, y dispuso de menos ocasiones.
La última, en el segundo tiempo
Aun así, en los últimos minutos tuvo un contragolpe en el que podría haber hundido definitivamente a los rojiblancos. Recortó y disparó fuera con la pierna derecha, desperdiciando una nueva ocasión clara.
A favor de Lewandowski, en cualquier caso, hay que decir que estuvo bien y muy activo en la presión. Xavi Hernández sigue confiando en él, y no hay duda de que seguirá siendo el delantero centro titular del equipo en los próximos compromisos.