El Barça lleva invertidos 158 millones en el segundo peor registro goleador de la década

El FC Barcelona se encuentra en un momento complicado en términos futbolísticos. El bajón del equipo de Xavi Hernández es considerable por la poca fluidez en campo rival, pero también por las cifras goleadoras de sus atacantes. A pesar de contar con varios futbolistas de gran potencial ofensivo, el Barça ha sufrido más que nunca en la Liga para sacar los resultados. En este sentido, el cuadro azulgrana registra el segundo peor registro en la última década en la Liga tras una inversión de 158 millones de euros.

En las doce primeras jornadas de la competición nacional, el FC Barcelona ha anotado un total de 24 goles. En promedio solo dos tantos por partido, lo que no suena nada mal de buenas a primeras; sin embargo, una buena parte de esos corresponden a tres goleadas bastante concretas: los cuatro anotados contra el Villarreal, los cinco contra el Real Betis y los tres en la remontada ante el Celta de Vigo.

Del resto, la mayoría de los encuentros se han cerrado en empate o por ventajas mínimas. Es cierto que Robert Lewandowski y Raphinha, estuvieron ausentes en algunos partidos por lesión, pero no deja de ser una realidad que el frente de ataque --incluyendo a Ferran Torres-- del elenco azulgrana no está respondiendo en cifras, en especial por toda la inversión que ha hecho los altos mandos del club en una época bastante difícil en el apartado financiero.

El segundo peor registro

Los 24 goles anotados en las 12 primeras jornadas de la Liga solamente superan en la última década a los 17 tantos que se marcaron en la 2021-22. Aunque esa temporada tiene un asterico bastante importante, como lo fue salida en verano de Antoine Griezmann y Leo Messi. En ese semestre, el Barça solo tuvo a disposición en la parcela ofensiva a Memphis Depay como el principal referente, además de Luuk de Jong. El resto de atacantes no tuvieron mucha continuidad por las lesiones, como fue el caso de Ansu Fati, Sergio Agüero y Ousmane Dembelé.

Memphis celebra un gol con el Barça EFE

En las demás temporadas, los datos son bastante claros con respecto a ese punto de efectividad extra que gozaba el FC Barcelona en los metros finales. Los años más fructíferos en ataque fueron evidentemente con el tridente de Messi, Neymar y Suárez, especialmente en temporadas como la 2014-15 (35 goles) y la 2016-17 (34 goles), aunque tampoco hay que pasar por alto la 2013-14 (34 goles). Varios cursos en los que equipo catalán dominaba con mucha determinación.

La gigantesca inversión del Barça

Con las mencionadas bajas de Leo Messi y Antoine Griezmann, la directiva de Laporta necesitaba encontrar a nuevos rostros que dieran un salto de calidad a la parcela ofensiva del Barça. En este sentido, la primera gran adquisición de la segunda etapa presidencial del actual mandatario fue Ferran Torres. El delantero valenciano arribó en el mercado de invierno de 2022 a partir de un acuerdo con el Manchester City por un total de 65 millones de euros, entre fijos (55) y variables (10).

La llegada de las famosas palancas financieras dieron dio un mayor músculo a la dirección deportiva para afrontar el mercado de verano de 2022. En ese contexto ficharon a Robert Lewandowski por 45 millones más cinco en variables y a Raphinha por 58 millones fijos más siete en bonus. Dos armas en ataque sirvieron en diferentes momentos para que el equipo de Xavi Hernández pudiera ganar la Liga en la anterior temporada.

Joan Laporta, junto a Raphinha, en la presentación del brasileño como nuevo jugador del Barça de Xavi FCB

Sin embargo, esa inversión todavía no se ha justificado del todo. Lewandowski tuvo un primer semestre descomunal, pero después del Mundial de Qatar ha tenido largos baches de imprecisión en ataque; Ferran Torres fue bastante discreto en la anterior temporada, aunque ahora ha arrancado con mejor sintonía goleadora; y Raphinha tampoco ha mostrado demasiada determinación en los metros finales. En total, 158 millones de euros invertidos --sin contar las variables-- en tres futbolistas que no han tenido la consistencia deseada.