El Barça no seduce. El equipo de Xavi Hernández sufre mucho más que disfruta en la Liga. El sábado, en Anoeta, ganó gracias a un milagroso gol de Araujo en el tiempo de prolongación tras ser dominado por una Real Sociedad que fue mejor. En San Sebastián, algunos errores del Barça quedaron en evidencia.
Xavi Hernández, siempre protector en sus comparecencias ante los medios de comunicación, admitió que la Real fue mejor que el Barça. Al técnico no le gustó el juego del equipo. Ni la intensidad de sus futbolistas. Ahora espera una reacción inmediata, a la espera de recuperar la mejor versión de Lewandowski y Pedri. También aguarda a Frenkie de Jong.
Poca presión
El Barça ya no es el equipo que asfixiaba a sus rivales de la pasada temporada. Entonces, Gavi iniciaba una presión muy alta que era secundada por sus compañeros. Joao Félix ocupa ahora su demarcación. Es un futbolista muy técnico, pero poco sacrificado en labores defensivas. Y el resto del equipo sufre más. Mucho más.
Pérdidas de balón
Xavi quiere un Barça mucho más pulcro. Un Barça reconocible, autoritario con el balón. El técnico lamentó las pérdidas de balón del equipo. Gavi, Cancelo y Koundé fallaron en los primeros minutos. La Real Sociedad supo desactivar al grupo azulgrana, pero no tuvo pegada.
Intensidad
El Barça juega con el freno de mano puesto. Arranca los partidos demasiado contemplativo. Sin intensidad, perdiendo muchos duelos individuales. El equipo mejoró en el tramo final del partido. Su problema no es físico. Es de concentración y deseo.
Notas positivas
Ter Stegen ha recuperado su mejor versión. En Anoeta salvó al equipo con paradas decisivas. También brilló Araujo, el futbolista más racial del Barça. Y Xavi está contento con el rendimiento de Iñigo Martínez, cada vez más líder y hombre de total confianza del técnico barcelonista.