Jude Bellingham es el jugador de la Liga. Solución permanente del Real Madrid, fue una pesadilla para el Barça. Dos goles del mediapunta inglés tumbaron al equipo de Xavi en un clásico con dos caras. Tras una primera parte de claro dominio barcelonista, el grupo de Ancelotti fue mejor tras el descanso. Al Barça, lastrado por las lesiones, se le acabó la gasolina y perdió el primer partido de la temporada. Y, lo peor, el Madrid, muy mejorado con Modric en el campo, ya está a cuatro puntos.
Xavi combinó valentía y pragmatismo en la alineación. Sacrificó a Lamine Yamal por Ferran Torres, con muchas más tablas, y se la jugó con Fermín, en gran forma, por Oriol Romeu, poco atinado en los últimos partidos. Araujo, una vez más, se encargó de Vinicius, pero el técnico recolocó a Joao Cancelo, mientras se guardó dos balas en el banquillo: Lewandowski y Lamine Yamal.
El gol de Gundogan
El Barça comenzó muy enchufado, con Fermín muy activo, Gavi omnipresente y Gundogan al mando de las operaciones barcelonistas. El Real Madrid, demasiado contemplativo, pagó caro un error de Tchouamani perfectamente aprovechado por Gundogan para batir a Kepa en el minuto seis.
El gol animó al Barça, mucho más intenso que el Real Madrid que pudo marcar el segundo gol en un remate de Fermín que repelió el poste. Menos elaborado era el fútbol del equipo de Ancelotti, atascado en la presión azulgrana, y el primer remate blanco fue con un zapatazo de Rudiger mediado el primer acto.
El Madrid no corre
La primera media hora del Barça, sin Pedri y Frenkie de Jong, fue muy meritoria. Tuvo más criterio y sobre todo deseo el equipo azulgrana, ante un Madrid que sigue sin encontrar un clon de Modric. Con Kroos no le basta a Ancelotti. Su equipo es muy físico, pero también muy previsible.
El Madrid tarcó con cogerle el pulso al partido, con un Bellingham más apagado que de costumbre, superado en la sala de máquinas. No podía correr el Madrid y el partido se jugaba como quería el Barça, firme en defensa, con Gundogan muy clarividente y un Ferran Torres que iba al choque.
Penalti y expulsión, perdonados
El primer acto finalizó con un Barça envalentonado que protestó como penalti un agarrón de Tchouameni a Araujo y el segundo comenzó con una dura entrada de Gavi que pudo costarle la expulsión. Poco después un cabezazo de Iñigo Martínez al poste salvó al Real Madrid, que poco a poco era más reconocible.
Xavi intentó activar al Barça y rescató a Lewandowski, que entró por Ferran Torres, mientras Cancelo hurgaba en la banda izquierda del Real Madrid. La réplica madridista llegó en un remate lejano de Tchouameni que despejó Ter Stegen. El portero aralemán, sin embargo, nada pudo hacer con el misil que poco después lanzó Bellingham.
Entra Romeu por Fermín
El partido había dado un vuelco radical. Ya no tenía la pelota el Barça y Xavi prescindió de Fermín, que se apagó poco a poco. Con Romeu buscó más pausa e intesndidad defensiva. Luego entraron Yamal y Raphina por los Joaos para darle una vuelta a un partido con dos caras distintas que acabó decidiendo Bellingham, el jugador de la Liga.