César Soto Grado se ha convertido en un dolor de cabeza para el barcelonismo. El árbitro perteneciente al colegio riojano se convirtió nuevamente en el protagonista de un partido del FC Barcelona, siendo en esta ocasión en el empate (2-2) contra el Granada. Un error por parte del colegiado fue decisivo para evitar que el equipo de Xavi Hernández pudiera llevarse los tres puntos en el Estadio Los Cármenes.
La acción en cuestión es el gol invalidado de Joao Félix en el tramo final de la segunda mitad y que representaba la remontada definitiva del Barça. Desde el VAR, liderado por Del Cerro Grande, decretaron que había un fuero de juego de Ferran Torres, aunque el delantero valenciano no llega a conectar con el esférico. La justificación del cuerpo arbitral es que interfiere o influye en la defensa del Granada --y en el propio portero--, aunque el esférico pasa tan lejos que resulta difícil que sea ese el caso.
Las redes sociales han estallado de forma contundente por la actuación de Soto Grado, sobre todo porque el empate deja al Barça en la tercera posición de la Liga con un total de 21 puntos, por detrás del Girona (22) y el Real Madrid (24). Un empate que sabe poco para las aspiraciones de la plantilla de Xavi Hernández y que incrementa las tensiones con un árbitro que ya fue clave en otro partido polémico en contra de los azulgranas.
El precedente con Soto Grado
Hay que recordar que el colegiado en cuestión fue el encargado de impartir justicia en la jornada inaugural del FC Barcelona contra el Getafe. Un partido extremadamente accidentado por las numerosas faltas que recibieron los jugadores culés y el poco juego que propuso el rival. Pero, por si fuera poco, también el mismo encuentro en donde no señalaron un penalti clarísimo a Gavi por una supuesta mano, lo que habría representado la jugada para llevarse los tres puntos. Sin dejar de lado que en ese mismo cruce fueron expulsados Xavi Hernández y Raphinha.
Con el empate ante el Getafe y la reciente igualdad en casa del Granada, Soto Grado ha sido el árbitro que le ha 'quitado' hasta cuatro puntos al Barça. Los mismos que le permitirían actualmente ubicarse en lo más alto de la clasificación del fútbol español. Por esa razón, el colegiado no es bien visto dentro del vestuario azulgrana.