Xavi Hernández tiene un problema. Oriol Romeu se atasca. El mediocentro de Ulldecona ha bajado su rendimiento desde la lesión de Frenkie de Jong. Está en horas bajas y contra el Oporto perdió 11 balones antes de ser sustituido. Y el de Ulldecona es el único mediocentro natural que tiene el técnico de Terrassa en su plantilla.
Romeu fue el fichaje de emergencia del Barça para sustituir a Sergio Busquets. Xavi ya sería clave encontrar un buen sustituto para el excapitán. Y quería un futbolista de primer nivel, pero la economía del club no estaba ni está para grandes gastos.
Xavi quería a Kimmich, del Bayern, o a Martín Zubimendi, de la Real Sociedad. Pero el primero costaba 80 millones de euros y el segundo, 60. Descartados, intentó el fichaje de Brozovic, del Inter, que acabó en Arabia Saudí.
El pago al Girona
El Barça rastreó el mercado y la solución más asequible fue Oriol Romeu, por quien tuvo que abonar 3,4 millones de euros al Girona.
Formado en las categorías inferiores del Barça, Romeu comenzó el curso con buenas prestaciones, siempre protegido por Frenkie de Jong. Su rendimiento, sin embargo, ha ido de más a menos.
Cambio de sistema
En Oporto, Xavi cambió el sistema para proteger a Romeu. Pasó del 4-3-3 habitual a un 4-2-3-1, con Gundogan a su lado. Entonces, el Barça recuperó el pulso y, curiosamente, marcó el único gol del partido tras aprovechar un error de Romario.
Con Romeu en horas bajas, Xavi debe ser ingenioso. Tal vez pueda situar a Gundogan como mediocentro y dar entrada a Fermín en el centro del campo. Gavi, mientras, es intocable, ya sea como mediapunta o en una posición más retrasada. La solución al enigma se verá el domingo en Granada.