Lamine Yamal y Sergio Ramos. El joven delantero del Barça, de 16 años, y el defensa del Sevilla, de 37, fueron los dos protagonistas del gol que decidió la victoria azulgrana en Montjuïc. Un cabezazo de Yamal fue despejado en propia puerta por el veterano jugador sevillista, un desenlace que poco habría imaginado el futbolista del Barcelona en 2016.
En un clásico entre el Barça y el Real Madrid de hace siete años, Yamal conoció a Ramos. Entonces era un crío. Tendría nueve años y el defensa era una figura internacional. Antes de que el equipo blanco saltara al campo, los jugadores del Madrid se emparejaron con chavales de la cantera barcelonista. Y Yamal fue la pareja de Ramos.
Yamal ya era por entonces un chaval muy inquieto. Risueño. Alegre. Y estaba encantado de darle la mano a Ramos, uno de los mejores defensas del mundo.
Los clásicos de Ramos
El día, seguramente, fue especial para Yamal y no tanto para Ramos, habituado a jugar partidos de máxima rivalidad.
Ramos, siete años después, coincidió con aquel chico en un campo de fútbol. Eran rivales. Y poco podría imaginarse el defensa andaluz que un cabezazo del todavía joven Lamine le daría un disgusto tan grande.
Nueva aventura
Hoy, Ramos apura su carrera deportiva en el Sevilla. El club de sus amores y, sobre todo, el de su padre. Yamal, por su parte, comienza su aventura en la élite. Tiene clase para llegar muy lejos. De momento, ya ha hecho realidad el sueño de enfrentarse a Ramos. Un duelo del que salió victorioso.