El Barça-Celta será recordado por la épica remontada del equipo de Xavi Hernández en 10 minutos finales de locura total. El técnico azulgrana, sin embargo, también constató muchas cosas negativas. Destensado, el equipo se mostró muy vulnerable en defensa y previsible en ataque, y Xavi prescindió de Marcos Alonso y Oriol Romeu en el descanso.
Marcos Alonso es un futbolista polivalente. Puede jugar como lateral izquierdo y como central. Xavi está satisfecho con su actitud, pero tiene claro que interpretará un papel secundario en el Barça. La titularidad de Balde no se discute en Montjuïc.
Xavi optó por dar un descanso a Balde. Al menos, de entrada. Apostó por Marcos Alonso, que se mostró muy activo en ataque, pero tiene menos profundidad que el lateral barcelonés. Y en defensa no supo cerrar bien.
Oriol Romeu, aplicado
El entrenador del Barça también sacrificó a Oriol Romeu tras el descanso. Y eso que el futbolista de Ulldecona salvó dos posibles goles del Celta. En su caso, Xavi se la quiso jugar con Araujo y una defensa con tres centrales.
Xavi ya había prescindido de Romeu contra el Amberes. Ese día, Frenkie de Jong jugó como mediocentro posicional, acompañado por Gavi. Contra el Celta, la lesión del centrocampista neerlandés todavía complicó más los planes del entrenador del Barça.
Xavi asume riesgos
En la segunda parte, el Barça acumuló jugadores ofensivos. Xavi asumió el riesgo de que el partido se rompiera y el Celta aprovechó los espacios que encontró para marcar el segundo gol. Entonces, todo parecía perdido.
El Barça, sin embargo, tiró de orgullo y remontó un partido trepidante en su desenlace. Dos goles de Lewandowski y otro de Cancelo rubricaron la transformación barcelonista en la segunda parte, con Yamal, Raphinha y Balde en el campo.