El Barça tiene dobladas la mayoría de posiciones. La contratación de Joao Cancelo solucionó un mal endémico en el equipo azulgrana, pero Xavi ahora está preocupado con una demarcación mucho más importante: el mediocentro. El técnico está satisfecho con Oriol Romeu, pero desearía que el club fichara a otro jugador en el centro del campo. En la dirección deportiva, en cambio, apuestan por potenciar a Marc Casadó.
Casadó, de 19 años, es un centrocampista posicional. Como Martín Zubimendi, Kimmich y Brozovic. No es un pivote físico, pero tiene una buena salida del balón y tácticamente es disciplinado. Obviamente le falta experiencia y, tal vez, físico.
Xavi sigue de cerca las evoluciones de Casadó, que tiene contrato hasta el 30 de junio de 2024, ampliable hasta 2025 si el club lo desea. En el Barça, sin embargo, son partidarios de prorrogar su vinculación con el futbolista de Sant Pere de Vilamajor.
La idiosincrasia del Barça
Casadó es un jugador que conoce perfectamente la idiosincrasia del Barça, club al que llegó en 2016, procedente de la Damm. Y Rafa Márquez, su entrenador en el filial, considera que es una pieza básica en la construcción. También aporta equilibrio y orden.
Deco, el nuevo director deportivo, también avala la continuidad de Casadó. Más dudas tiene sobre la posibilidad de fichar a un mediocentro de primer nivel. Recuerda, por ejemplo, que la Real Sociedad se remite a la cláusula de rescisión de Zubimendi, de 60 millones de euros.
La opción Christensen
Xavi, de momento, confía en Oriol Romeu, un jugador más defensivo que ofensivo, más físico que exquisito. También puede alinear a Sergi Roberto como mediocentro y se plantea la posibilidad de dar carrete a Andreas Christensen.
El técnico del Barça, en cambio, considera que Frenkie de Jong y Gundogan rinden mejor en una posición algo más avanzada, con menos exigencias defensivas. Y, poco a poco, contempla la posibilidad de darle una oportunidad a Casadó, a quien el club no quiso vender ni ceder en el pasado mercado de verano.